El fútbol son rachas. Todo lo que sube, posteriormente baja. No hay hegemonía de un equipo que hayan perdurado para siempre, porque los jugadores no son eternos. El FC Barcelona lucha para recuperar ese reinado europeo que ostentaba una década atrás, de la mano de la Masía. El equipo de Xavi Hernández también pugna contra una irregularidad que complica las aspiraciones en Liga y Champions League.
Este mes de noviembre, todo lo que eran sonrisas ahora son críticas por el mal juego del cuadro catalán y dudas sobre la figura del míster. Hemos pasado de un septiembre en el que el entrenador egarense llegó a asegurar que "estamos en el mejor momento desde que llegué" a un noviembre negro en el que "estamos en un punto bajo".
El enfado de Gundogan
Un Barça poco reconocible atraviesa su peor racha de juego bajo la batuta de Xavi, aunque no de resultados. La decepción del clásico ante el Real Madrid en Montjuïc (1-2) marcó un punto de inflexión de mala dinámica. Ilkay Gundogan descargó su enfado ante los medios instantes después de la derrota: "No vine aquí para perder este tipo de partidos o permitir que se abran estas brechas. Me gustaría ver más enfado, más decepción. Tienen que expresar más emociones cuando pierdes y sabes que puedes jugar mejor".
El volante alemán advirtió que no quería que se malinterpretaran sus palabras hacia el vestuario, pero aquellas declaraciones aún resuenan en el entorno --los medios-- que menciona Xavi. De ahí en adelante, vinieron otros tres partidos en los que el fútbol practicado por el Barça ha caído en picado, y que milagrosamente se han saldado con dos victorias ajustadas y una derrota por la mínima: triunfos ante Real Sociedad (0-1) y Alavés (2-1), pero derrota contra Shakhtar (1-0).
Actuaciones individuales
La decaída futbolística se personifica en el regreso de pesos pesados por debajo de sus prestaciones habituales tras recuperarse de sus lesiones. Raphinha ha cuajado encuentros lejos de su mejor nivel en banda derecha desde que reapareció en el clásico. El extremo brasileño marcó su último gol en el empate ante el Mallorca (2-2), el pasado 26 de septiembre.
Desde la derrota a manos del Madrid, ha intercalado dos suplencias con una titularidad. En cualquier caso, ha tenido una incidencia escasa en el juego ofensivo y ha visto cómo Lamine Yamal lo ha adelantado en la rotación. En el último encuentro ante Alavés, precedido por la derrota frente al Shakhtar, el atacante de 16 años disputó los 90 minutos, por los 27 del ex del Leeds.
Como Raphinha, los Joaos ya no esbozan las mismas sonrisas de semanas atrás, y tampoco encuentran la misma inspiración en los metros finales. Lewandowski se resarció de su sequía de seis partidos contra el equipo vasco, pero su doblete quedó eclipsado por su bronca a Lamine Yamal. El joven atacante recibió una reprimenda del ariete polaco tras optar por un tiro en una jugada, en vez de centrarle el balón al segundo palo.
Vestuario más tenso
El bache azulgrana ha desencadenado las consecuentes críticas de la prensa, que no ha encajado bien el vestuario. En el último triunfo ante Alavés, el atolondramiento inicial que costó un gol y varias ocasiones manifiestas en contra desató los silbidos de los culés en el Estadi Olímpic. El Barça ya arrastraba un runrún mediático de sus encuentros en Anoeta y Hamburgo, por lo que Xavi estalló contra los medios para excusar el mal juego del equipo.
"Sin duda creo que lo que diga la prensa afecta al juego del equipo. Se generan situaciones y escenarios que, para mí, no son reales. Me pasó como futbolista y le pasa a mis futbolistas. Creo que les afecta demasiado lo que se dice en el entorno", dijo el míster en la rueda de prensa posterior a la visita del Alavés.
Pocos brotes verdes
En el área deportiva barcelonista creen en la plantilla y la filosofía de juego de Xavi para revertir la situación. Pero lo cierto es que el parón de selecciones ha asestado otro duro golpe. La rotura del ligamento cruzado anterior en la rodilla derecha de Pablo Gavi le ha arrebatado a Xavi uno de los líderes jóvenes del vestuario azulgrana.
Para contrarrestarlo, el técnico contará con el regreso de Frenkie de Jong, cuya ausencia se ha dilatado hasta finales de este noviembre negro. También Pedri, que empieza a afinar su batuta para dirigir la medular junto al mediocentro neerlandés.
El interior canario disputó su primer encuentro de titular desde agosto el pasado 12 de noviembre, y Luis de la Fuente no lo convocó con España. Por lo tanto, llega la hora del 8 del Barça para liderar el resurgir del campeón de Liga y atar la clasificación a los octavos de Champions League.