El FC Barcelona tiene una cita con la historia en Do Dragao este miércoles 4 de octubre a las 21 horas. En Portugal hay mucho más en juego que una victoria. El conjunto azulgrana lucha para vencer los fantasmas del pasado y llevarse a casa los tres puntos en el duelo de liderato por el grupo H de Champions League. El simbolismo marcará un duelo en un estadio que vio nacer a Leo Messi, y viceversa, pues el astro argentino participó en el partido inaugural del feudo de los dragones.
Dos décadas más tarde, una nueva estrella precoz, también de 16 años, pisará el mismo césped. En esta ocasión, todos los focos alumbrarán a Lamine Yamal, un niño prodigio que se mide a futbolistas que le doblan la edad con la naturalidad de un adolescente. Por aquel entonces, otro zagal menor de 18 aprovechó la oportunidad con el primer equipo brindada por Frank Rijkaard.
Alejado de los focos
El 16 de noviembre de 2003, las redes sociales todavía no habían visto la luz. No existía la multiplicidad de medios que actualmente realiza un seguimiento exhaustivo sobre las promesas de la Masía. Sin embargo, en la Ciutat Esportiva Joan Gamper ya habían oído hablar de un proyecto de futura estrella que se curtía entre el Barça C --ya extinto-- y el B.
Lejos de los focos, y en un ambiente de partido amistoso más distendido, Leo Messi hizo su debut con el primer equipo barcelonista. Tras proclamarse camepón de la Copa UEFA --ahora Europa League-- y de la Liga y Copa de Portugal, el Oporto se despedía de su casa: el Estadio das Antas.
Bajo la batuta de José Mourinho, y con estrellas de la talla de Deco, el conjunto luso estrenó el Estadio do Dragao contra el Barça en la temporada que culminaría campeón de Champions League. Curiosamente, la también leyenda azulgrana regresará a la que fue su casa 19 años después de su partida, en calidad de director deportivo.
"Muy nervioso"
Décadas después de iniciar un romance sublime con la parroquia azulgrana, Messi declaró a Barça TV que cuando "Rijkaard me dijo que calentara estaba muy nervioso, pero tenía ganas de salir a jugar un ratito". Suerte que participó un ratito, pues llega a disputar el partido entero y el técnico neerlandés se lo arrebata a la cantera un año antes.
Tampoco hizo mella en la actuación de la promesa argentina el miedo escénico. Desde su entrada en el minuto 74 por Fernando Navarro, dispuso de dos ocasiones manifiestas de gol. Primero, con el dorsal 14 de Johan Cruyff a la espalda, la pulga le rebañó el balón al guardameta Nuno tras una mala salida. Al barrarle el paso el central, el canterano azulgrana optó por un pase a la frontal que salió defectuoso.
Antes de morir el encuentro, y con la derrota 2 a 0 en el marcador, Leo volvió a titubear con ese primer gol. Tiró un desmarque entre los defensores que su compañero vio para filtrarle un balón prometedor. Sin embargo, el remate del joven delantero salió raso y topó con el portero. Habría significado la primera de las 672 dianas en 778 encuentros de Messi con el Barça. Aquellos 50.000 espectadores que albergaba Do Dragao probablemente ignoraban, desconocedores del futuro, que acababan de presenciar al ganador de siete Balones de Oro.
Sin precedentes
19 años se ha demorado el regreso del FC Barcelona a Do Dragao. El estadio se construyó con motivo de la celebración de la Eurocopa de 2004, que el combinado portugués perdió dramáticamente ante Grecia. Uno de los protagonistas de aquel duelo, Xavi Hernández, disputó los 90 minutos.
Solo una clasificación a la final de Champions 2020-21, habría devuelto al cuadro azulgrana al feudo del Oporto. La fase final de 2020 se disputó íntegra en territorio luso, pero la eliminación contra el Bayern de Múnich tuvo lugar en el Estadio de Lisboa. En un contexto muy diferente, un equipo remozado con campeones de Europa como Ilkay Gundogan y Joao Cancelo. Y otro chaval de 16 años que ya levanta pasiones y puede cerrar el círculo que abrió Messi dos décadas atrás.
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