El FC Barcelona ha movido ficha menos de 24 horas después del controvertido empate contra el Getafe (0-0). El club azulgrana ha reclamado contra una de las decisiones del colegiado de campo, César Soto Grado. El árbitro en el Coliseum Alfonso Pérez dio barra libre a los futbolistas azulones para imponer su juego sucio y silencioso. En medio de dichas provocaciones, un futbolista del Barça estalló. Raphinha le propinó un codazo a Gastón Álvarez, que le costó la expulsión y una sanción de dos partidos.
El técnico azulgrana, Xavi Hernández, considera imprescindible la figura del extremo brasileño en el once titular. Por ello, el Barça ha presentado alegaciones con tal de rebajar el castigo de dos encuentros. En caso negativo, causaría baja ante Cádiz, y después Villarreal. Nada excusa la reacción desmedida de Raphinha. Pero los jugadores rivales lo buscaron sobre el campo, excediendo los límites del reglamento repetidas veces. Dichas provocaciones sacaron al 7 azulgrana del duelo.
Dos argumentos
Según desvela el diario Sport el Barça esgrime dos razones para solicitar la disminución del castigo. El primer argumento rescata imágenes del partido para demostrar que varios futbolistas del Getafe provocaron a Raphinha momentos antes del codazo.
En segunda instancia, el club que preside Joan Laporta matiza las conclusiones del acta arbitral. Soto Grado interpretó que el codazo tuvo lugar "cuando el balón estaba en juego pero no en disputa". En cambio, desde la Ciutat Esportiva Joan Gamper entienden que la polémica acción se desarrolló durante un desmarque de Raphinha para recibir un pase. Por lo tanto, sí que pretendía entrar en contacto con el balón.
Doble rasero
La realidad es que ni el colegiado ni el VAR repararon en revisar otro codazo sin balón, y en la boca del estómago. El autor, Damián Suárez, dejó tendido en el suelo varios minutos a Ilkay Gundogan, aunque una vez cometida la agresión se desentendió de la jugada. En esa ocasión, el balón también estaba en juego.
El lateral uruguayo de 35 años cometió cinco faltas e intentó desquiciar constantemente al conjunto visitante. A pesar de cometer varias infracciones merecedoras de tarjeta, el zaguero charrúa saldó su actuación con una sola cartulina amarilla.