Que Raphinha era un jugador de sangre caliente ya lo sabíamos. Pocos imaginaban, sin embargo, que con la experiencia que ya tiene no fuera capaz de controlarse. El extremo del FC Barcelona se autoexpulsó al propinar un codazo a Gastón Álvarez al filo del descanso, este pasado domingo en el Coliseum Alfonso Pérez. Horas después, ha emitido un comunicado en sus redes sociales para disculparse.
Mensaje de arrepentimiento
No sólo ante el barcelonismo, sino ante todos sus seguidores. "Me equivoqué y podría haberle costado más al equipo", se lamenta el delantero del Barcelona en su cuenta de Instagram, en referencia a la acción con el jugador del Getafe.
"No es la forma en que yo quería comenzar la temporada. Soy consciente y responsable de lo que pasó ayer por la noche, con los errores aprendemos a mejorar y sin duda mejorarés con mis errores", añade en su escrito de arrepentimiento.
Además, espera "compensar su error" en los próximos partidos --aunque se expone a una sanción de dos partidos por la agresión-- y concluye con el siguiente párrafo: "Muchos de ustedes ahora me están odiando, pero eso no me impedirá seguir dando lo mejor de mí por esta camiseta, soy culer y seguiré siendo uno de ustedes... Espero poder compensar mi error en todo lo posible con y por este escudo".
Raphinha necesita controlarse
Arrepentimiento claro de Raphinha, aunque las palabras deberán demostrarse sobre el terreno de juego. El jugador azulgrana acabó desquiciado con los marcajes intensos y duros de los defensores del Getafe durante la primera mitad, y también algo impotente porque el árbitro del encuentro, Soto Grado, fuese tan permisivo.
Cayó en el error de tomarse la justicia por su mano, perjudicando así a todo el equipo. Como él mismo dice en el comunicado, podría haber sido peor. El FC Barcelona acabó llevándose un punto de su visita al Coliseum, y con ello empieza la temporada 2023-24 de la misma manera que la pasada Liga: con un empate ante un conjunto madrileño. El año pasado, el 0-0 se dio ante el Rayo Vallecano en el Camp Nou.