Ousmane Dembelé todavía es futbolista del FC Barcelona a todos los efectos. El Paris Saint-Germain ni siquiera ha podido programar aún la revisión médica del jugador francés porque todavía no cuenta con los documentos necesarios para culminar su fichaje. El entrenador del Barça, Xavi Hernández, dio fiesta a la plantilla del primer equipo hasta el lunes, una vez concluida la gira en Estados Unidos. Sin embargo, en el club catalán se reservan el derecho de convocar a Dembouz para la vuelta a los entrenamientos.

El viaje del mosquito a la capital gala resultó en vano, pues ni club ni jugador avanzaron en la firma de su nuevo contrato. Por lo tanto, el fichaje se mantiene a estas alturas en la fase del acuerdo verbal por cinco temporadas con el atacante de 26 años y su representante, Moussa Sissoko

Dembele en un edit con la camiseta del PSG @FabrizioRomano

Sin acuerdo de clubes

Mientras el Barça y el PSG no pacten el pago de la cláusula de 50 millones de euros por el jugador, Dembelé no puede entrenarse con su futuro nuevo equipo. La entidad que preside Joan Laporta ya conoce de voz del futbolista francés su pacto con la directiva que dirige Nasser Al-Khelaifi.

Hasta entonces, en la Ciutat Esportiva Joan Gamper sopesan el dilema de llamar a Dembelé este lunes 7 de agosto o no citarlo. El internacional con los bleus tendría que regresar a Barcelona una última vez antes de volver a viajar a París para poner su firma en su nuevo contrato.

Baile de cifras

Por su parte, el jugador y su agente siguen encasillados en el pacto que alcanzaron con el Barça el verano pasado, cuando acordaron una repartición a partes iguales del dinero ingresado por un hipotético traspaso. Aun así, el club azulgrana entiende que Dembouz no ha cumplido con todos los objetivos estipulados en su última renovación.

Dembelé, en su último entrenamiento con el Barça junto a Koundé y Ansu Fati FCB

Así, el montante total de la operación que engrosará las arcas del Barça oscila entre los 25 millones que tiene garantizada la entidad barcelonista, y los 50 de la cláusula. Dembelé --y su agente-- tampoco quiere ceder en sus demandas ni un solo euro, por lo que el conflicto puede culminar en demanda en los tribunales.

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