La dirección deportiva del FC Barcelona trabaja en los despachos a destajo. Ante el escaso margen de recursos y la necesidad de generar ingresos mediante ventas, la directiva no puede obrar milagros en el mercado. Por ello, no todos los futuribles del Barça esperan indefinidamente un movimiento de la entidad presidida por Joan Laporta. Es el caso de Nico Jackson, Marcus Thuram y César Azpilicueta.
Jackson ha cerrado su traspaso al Chelsea procedente del Villarreal por 37 millones de euros. El delantero senegalés ha marcado 13 goles y ha dado 5 asistencias en 38 partidos vestido de amarillo esta temporada. El conjunto blue ha anunciado la llegada del goleador groguet para las próximas ocho temporadas. Por un período tan largo, el fichaje tendrá un impacto menor anualmente y se amortiza más lentamente.
Thuram, alternativa low cost
Durante el tramo final de temporada, el nombre de Marcus Thuram, hijo de la leyenda azulgrana Lilian Thuram, ha sonado con fuerza como opción low cost para la delantera. Sin embargo, el Barça no ha dado el paso, centrado en Vitor Roque como 9 prioritario.
En esa tesitura, el Inter de Milán no ha perdido el tiempo. El equipo neroazzurro buscaba un punta debido a la marcha de Edin Dzeko al Fenerbahce. Simone Inzaghi conseguido firmar a Thuram a coste cero hasta junio de 2028, a falta del anuncio oficial. Ni las artes persuasivas de su compañero en la selección francesa, Antoine Griezmann, ni el interés del Milan, Borussia Dortmund y PSG han inmutado el deseo del atacante de 25 de jugar en el Inter.
Azpilicueta, deseo de Xavi
Tampoco lucirá de azulgrana César Azpilicueta. Un año después de renovar con el Chelsea y darle portazo al Barça, el central de 33 años volverá a visitar Barcelona. No obstante, lo hará con la camiseta del Atlético de Madrid.
Fabrizio Romano, periodista especializado en el mercado, ha desvelado la operación. Los blues han dejado marchar libre al que fuera su capitán. El Cholo Simeone ha traído a coste cero a Azpilicueta, que ha pactado un contrato de dos años hasta junio de 2025. La oficialidad del acuerdo es cuestión de horas.