La acuciante situación económica que atraviesa del FC Barcelona empujó a Jordi Alba a tomar la decisión de abandonar el club de sus amores. El lateral de L'Hospitalet dio un paso al lado al finalizar la temporada y renunció a un 40% del sueldo del próximo curso, equivalente a 7 millones de euros. Ya relajado tras conquistar la UEFA Nations League con España y despedirse oficialmente del Barça, ha manifestado que "me voy del club porque no he querido ser egoísta y tenía muy claro que haría todo lo posible para ayudar a la entidad".
"Siempre me he sentido muy valorado por el club y la afición. Agradecí mucho que el presidente valorara públicamente el esfuerzo económico que he realizado. Como ya había dicho muchas veces, tenía muy claro que haría todo lo posible para ayudar a la directiva. Me quedaba el año que viene y otro opcional de contrato, que no sé si todo el mundo lo sabe. Si hubiera sido egoísta, me hubiera quedado: tenía contrato, estaba en mi casa y cerca de mi familia. Creo que lo más honesto, sin embargo, era irme", ha explicado Jordi Alba en una entrevista con el diario Sport.
Temporada atípica
Con un rol más secundario de lo habitual, el carrilero de 34 años ha disputado menos de 2.000 minutos oficiales esta temporada en el equipo azulgrana. Con esto, ha asumido con madurez su nuevo papel hasta el día de su marcha.
Alba ha reflexionado sobre sus nuevas funciones durante el último curso: "Nada sucede de la noche a la mañana. He tenido la suerte de jugar diez años a un grandísimo nivel en el club de mi vida. El míster decidió que tuviera menos protagonismo, pero yo he intentado entrenar bien. Y ayudar a los chavales, a los jugadores no tan jóvenes y a los fichajes a integrarse. Siempre lo he hecho, pero quizás este año se ha visto más o se ha valorado un poco más porque no he jugado".
Futuro asegurado
No obstante, la partida de la leyenda azulgrana solo abre una nueva etapa ilusionante con la eclosión de Alejandro Balde: "Estoy convencido de que el Barça tiene lateral izquierdo para la próxima década. Debe ser constante, pues rendir durante diez años en un club como el Barcelona es complicado, pero está claro que por condiciones y juego tenemos un gran lateral para diez u once años".
El ya ex jugador del Barça ha descrito a Balde como "un portento físico, con cosas que mejorar, pero que ha hecho una gran temporada pese a su juventud". Lo que más ilusiona al barcelonismo es que más allá de su nivel actual, el carrilero de 19 años "tiene mucho margen de mejora".
La espina de la Champions
Si de algo se arrepiente Alba es de los desastres que el Barça ha sufrido durante el último lustro de Champions League: "Me gustaría haber jugado mejor en algunas eliminatorias de Champions. Lo he intentado dar todo por mi club, en ocasiones he jugado pese a tener molestias o malos momentos personales. Después de malos resultados colectivos también he querido jugar y dar la cara siempre. Me hubiese gustado tener menos temperamento en algunas situaciones".
Sin embargo, el que fuera uno de los cuatro capitanes de la entidad esta campaña siente que ha disfrutado de la despedida perfecta: "Mis lágrimas al ser sustituido contra el Mallorca provenían de todo el trabajo realizado y eran de agradecimiento a la afición. Me sentí muy valorado. Seguramente, ese fue el día en el que me sentí más valorado. Los seguidores siempre se han portado muy bien conmigo".
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