Guardiola, Messi y sus motivos compartidos para no volver al Barça

Pep Guardiola ha descartado categóricamente su regreso como entrenador al FC Barcelona. Ante los medios, el técnico del Manchester City considera que su etapa en el Camp Nou ha terminado, del mismo modo que la época de Leo Messi en la capital catalana ya forma parte del pasado. Sin embargo, ambos esconden motivos de peso más allá de sus declaraciones para desechar la posibilidad de volver al club donde se consolidaron en la élite futbolística.

De cara a la galería, Guardiola ha dicho en los instantes previos al Puma Legends Trophy que "son etapas y la mía como entrenador del Barça se acabó". No deja de ser cierto en la trayectoria del genio de Santpedor como técnico que no ha pasado por un mismo club dos veces. Al menos, hasta la fecha. Tanto el Bayern de Múnich como el propio FC Barcelona suspiran por reinar de nuevo en Europa, de la mano del mejor estratega del mundo en la actualidad.

En el caso de Leo, en la entrevista que concedió para anunciar que no regresaría al club azulgrana justificó que "quiero volver a reencontrarme con el disfrute de mi familia, de mis hijos, del día a día..., y por eso fue un poco la decisión de no darse lo de Barcelona".

El Barça, antónimo de tranquilidad

El astro argentino sufrió dificultades en su proceso de adaptación a París por las complicaciones resultantes de vivir lejos de su entorno habitual, en Castelldefels. Aun así, en vez de volver a la capital catalana, la pulga prefirió mudarse a Miami, donde ya cuenta con dos inmuebles: "Quería buscar otra cosa también, y un poco de tranquilidad".

Precisamente, de las declaraciones de Messi se pueden extraer ciertas conclusiones buceando entre sus reflexiones. En un contexto tan lejano a la tranquilidad en el que vive sumido el barcelonismo resultaba complicado el retorno idílico de Leo. El técnico azulgrana, Xavi Hernández, ha afirmado en repetidas ocasiones que el Barça es el club más difícil del mundo por el entorno que rodea la entidad. El astro argentino ha dejado claro que quiere salir del foco mediático. No quiere volver a sufrir la presión del entorno culé ni, como él mismo dijo, ser objeto de más mentiras.

Tanto Guardiola como Messi han buscado dicha calma lejos del runrún mediático. El club presidido por Joan Laporta no levanta una Champions League desde 2015, pero las maneras de caer en Europa han dolido más a los culés que las propias eliminaciones. Así, la prensa que rodea el club no da margen al error. Cierto sector de los medios también habría condenado el fichaje de Messi por el sacrificio económico que suponía, a pesar de todos los beneficios que habría generado su llegada a Barcelona.

Salir del foco

Con sus palabras, Messi definió el entorno que había acuñado Xavi como "foco": "También estoy en un momento donde quiero salir un poco del foco, pensar más en mi familia. Se han dicho tantas cosas, se filtraron tantas cosas, tantas mentiras que se dijeron pero yo no puedo salir a desmentir cada cosa que se dice pero veo que hay muchos periodistas que dicen muchas mentiras y quedan retratados y no pasa nada".

Leo Messi, durante su etapa con el Barça, descansando en un entrenamiento FCB

La incertidumbre que se respira en un Camp Nou que en estos momentos está hecho añicos se compara con sus antípodas en términos económicos. Pep trabaja en Manchester rodeado de profesionales de su confianza como el director ejecutivo del City, Ferran Soriano, y el director deportivo, Txiki Berigistain. El estratega catalán tiene la bendición de la plana mayor de los sky blues para tomar las decisiones como técnico a su modo de ver, sin interferencias.

Futuros más prósperos

En el plano económico, más de lo mismo con todo el respaldo económico de la familia real de los Emiratos Árabes Unidos. El conjunto mancuniano luce músculo financiero cada vez que acude al mercado de fichajes y Guardiola ve cumplidos sus deseos para contar con las mejores herramientas de trabajo sobre el campo. Es decir, los mejores futbolistas del planeta, aquellos que plasman durante los partidos la idea de juego casi utópica del técnico de Santpedor. Además, difícilmente iba a repetir las hazañas del sextete y las dos Champions en el Camp Nou, unas gestas casi imposible de revivir.

Guardiola levanta su tercera Champions League como entrenador Martin Divisek EFE

En lo que atañe a Leo, hasta los principales patrocinadores de la MLS, Apple y Adidas, se han volcado en costear su fichaje por el Inter Miami. Aparte de un sueldo de 50 millones de dólares por temporada, Messi se embolsará un porcentaje de los suscriptores del MLS Pass y de los ingresos de Adidas y Apple a raíz de su aterrizaje en el soccer norteamericano. El contrato de tres años de la pulga dobla el máximo que podía alcanzar el Barça, que ni siquiera había podido formalizar la oferta de 26 millones de euros brutos anuales.

Rencillas pasadas

Guardiola confesó en el libro Pep Confidential que en el momento de su marcha del Barça en verano de 2012 "estaba cansado y sin ideas tácticas nuevas". Sin embargo, en la cúpula directiva de la entidad que encabezaba Sandro Rosell ya se empezaban a cometer los errores que sumieron al club en la inestabilidad económica actual. En el Etihad Stadium, Pep no sufre esos dolores de cabeza por disensiones generadas por discrepancias con la junta del club.

Joan Laporta presenta a Pep Guardiola como técnico del Barça en 2008 ARCHIVO

Messi sí que vivió en sus propias carnes la época de mayor despilfarro y sinsentido de decisiones de la directiva durante el mandato de Josep Maria Bartomeu. Para más inri, tras darle el sí quiero a Laporta en verano de 2021, tuvo que marcharse del Camp Nou por la puerta de atrás. Aquellas lágrimas derramadas en el Auditori 1899 todavía pesan en la conciencia del nuevo jugador del Inter Miami.  

"Después de haber vivido lo que viví y la salida que tuve, no quería volver a estar otra vez en la misma situación: esperar a ver qué iba a pasar y dejar mi futuro en mano de otro", reconoció el delantero de 35 años en la entrevista para desvelar su próximo destino. De ninguna forma Messi iba a volver a ilusionarse para tener que llorar un nuevo adiós resignado. Esta vez, Leo se la ha devuelto a Laporta con tal de evitarse disgustos.