El FC Barcelona ya conoce el límite salarial que la Liga le permite utilizar la próxima temporada. Aunque la cifra no es oficial, desde Culemanía hemos podido saber que es inferior a la esperada. El propio Joan Laporta, presidente del club, ha reconocido este miércoles ante el Senado del Barça, que el club está excedido del límite salarial y es sabido que el Barça todavía está sometido a la regla del 40% para cualquier inscripción de jugadores que quiera llevar a cabo este verano. Con este panorama crítico, una de las cuestiones que lleva días sobre la mesa es la venta de futbolistas. Actualmente hay dos jugadores de nivel en la plantilla que, en caso de ser traspasados supondrían una bajada de la masa salarial en 50 millones de euros.
Ellos son Raphinha y Jules Koundé, dos futbolistas por los que el Barça pagó 65 y 60 millones de euros respectivamente, entre fijos y variables, el pasado verano a sus clubes de origen. El Leeds se garantizó un ingreso de 58 millones fijos más otros siete en conceptos variables por el extremo brasileño. El Sevilla, por su parte, se aseguró 50 millones fijos más 10 en variables por el central francés, que esta temporada ha jugado normalmente en el perfil diestro de la defensa a las órdenes de Xavi.
Cobran 12 brutos
Ambos tienen un salario de 12 millones de euros brutos anuales y ambos comportan una elevada amortización relativa a sus respectivos fichajes que computa en la masa salarial. En el caso de Raphinha, los 65 entre cinco temporadas deparan una amortización de 13 millones anuales. En el caso de Koundé, los 60 millones entre cinco años dejan un resultante de 12 millones anuales en concepto de amortización.
Lo negativo de vender un jugador cuya amortización de fichaje está pendiente, es que es mucho más difícil generar beneficios con la operación. Por ejemplo, las posibles ventas de Kessié o Ansu Fati, al ser jugadores que no tuvieron coste alguno de traspaso para el Barça, generarían un beneficio neto en cualquier operación de venta. Ello es más positivo para cuadrar las cuentas.
El 20% de cada traspaso amplía Fair Play
Sin embargo, si el objetivo real, más que cuadrar cuentas, es reducir la masa salarial para cumplir el mandato de la Liga, en ese caso, al Barça le interesa más cerrar ventas como las de Raphinha y Koundé. Porque a parte de ahorrarse el salario, se ahorra la amortización del fichaje. Y entre los dos, suman una deuda al Barça de 100 millones de euros si tenemos en cuenta que todavía quedan 52 millones por amortizar de Raphinha y otros 48 millones por amortizar de Koundé.
Además, si el club es capaz de venderlos por más dinero de lo que costaron, no solo liberaría una buena cantidad de masa salarial, sino que además podría generar beneficios con sus ventas. En el caso de Raphinha se habla de una venta de 80 a 90 millones, mientras que la de Koundé podría estar ligeramente por debajo. Hay que recordar que por cada traspaso que cierre el Barça, se beneficiará del 20% de la cifra obtenida para ampliar la masa salarial, según la nueva normativa de la Liga.
El nuevo límite salarial: solo 350 millones
Koundé y Raphinha son jugadores importantes para el entrenador, Xavi Hernández, pero ninguno es imprescindible. El primero suele jugar en el flanco derecho y no le gusta; el segundo es habitualmente suplente de Dembelé.
El club tiene necesidades económicas vitales en estos momentos ya que la Liga habría impuesto al Barça un límite salarial para el primer equipo de tan solo 350 millones, sin contar los 108 millones --se quieren reducir a 90-- que se destinan actualmente a las secciones y el fútbol formativo. El tope de gasto en salarios deportivos rondaría los 450 millones, que se elevarían a unos 500 en total si sumamos los 55 millones actuales de salarios ejecutivos (que eran 61 millones en el presupuesto).
La temporada que ahora termina, el Barça tenía una masa salarial deportiva de 656 millones (más de 700 con empleados). Esto era así porque el club tenía que pagar importantes diferimientos salariales a Piqué, Jordi Alba y Busquets, además de sus respectivos salarios del año, que eran los más altos de la plantilla. Ello elevaba el coste de cada uno de ellos a unos 50, 40 y 30 millones respectivamente.
120 millones menos sin Piqué, Busquets y Alba
Sin ellos, el Barça ya se ahorra 120 millones de los 656. Pero de los 536 millones actuales en materia deportiva a los 450 que exige la Liga, todavía queda un gran trecho por recorrer. Raphinha y Koundé pueden ser una solución mayor de lo que parece, porque rebajarían esa diferencia a 480 kilos.
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