El amistoso del Barça en Perú pende de un hilo: las tres condiciones que lo pueden hacer saltar por los aires

El FC Barcelona perdió dinero a principio de temporada. Mucho. El club que preside Joan Laporta no regresó al Camp Nou desde un inicio y ya era demasiado tarde para cancelar la agenda de conciertos del Estadi Olímpic Lluís Companys. El Barça se vio obligado a usar el Johan Cruyff e ingresar muy poco por ticketing. Por ello, la entidad culé desea organizar un amistoso en diciembre en Perú y, por eso, era necesario viajar a Miami para jugar contra el Villarreal.

Así lo explicó Laporta en la asamblea general: "No sabemos qué cantidad ingresaremos por el partido de Miami. No tenemos toda la información de la Liga. Pero habrá ingresos, seguro, y compensarán los que no tendremos en el Johan Cruyff". Ahora la intención es disputar un amistoso en Perú, entre el 20 de diciembre y el 3 o 4 de enero, cuando habrá partido contra el RCD Espanyol.

De difícil encaje

Fuentes consultadas por Culemanía aseguran que la información adelantada por Mundo Deportivo es correcta: el Barça ha iniciado los trámites para poder disputar ese encuentro en Latinoamérica, por el que ingresaría entre 7 y 8 millones de euros. Ahora bien, todavía no hay nada cerrado. "Falta encajarlo", reconocen.

Y esto es precisamente lo que está buscando el Barça. Hasta tres condicionantes pueden hacer saltar el partido por los aires. El primero es la Liga. El club ha pedido disputar la jornada 17, en la que tenía previsto ir a Miami, el día 20 de diciembre, sábado. Eso sí, la patronal y la Real Federación Española de Fútbol quieren ver la oferta de la promotora peruana.

¿Por qué el día 20?

Así, los entes del fútbol español son los primeros que deben dar el visto bueno para aceptar la fecha. Según ha podido saber Culemanía, detrás del amistoso estarían el gobierno o la federación peruana de fútbol. El Barça jugaría contra la selección del país y, si quiere jugar el día 20, es para así ganar 24 horas para cumplir con el convenio colectivo.

El club azulgrana ha de respetar las vacaciones navideñas marcadas por los acuerdos. De ello se encargará la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Fuentes del sindicato explican a este medio que, de momento, nadie del Barça ha llamado a AFE. Antes de que se cancelara el partido de Miami, a David Aganzo, el presidente, se le presentó la idea del partido en Perú, pero como una posibilidad en la que no se confiaba demasiado. La entidad azulgrana no aportó más detalles. 

El promotor

El tercer condicionante es el propio promotor del partido. Hay que tener en cuenta que el Villarreal-Barça en Miami se canceló por el revuelo generado en España durante el último mes. Los futbolistas organizaron una protesta durante la jornada anterior. Los 20 primeros segundos de todos los partidos no se jugaron, incluidos los del equipo de Hansi Flick, que estaba en contra de viajar a Estados Unidos, pero acataba órdenes del club.

Relevent era la organizadora del encuentro y la que, teóricamente, iba a abonar entre 5 y 6 millones de euros al Barça. Los problemas con el reparto del dinero supuso un problema. Los jugadores exigían saber por qué se seleccionaban los dos equipos que iban a jugar en el Hard Rock Stadium. El Real Madrid, por su parte, denunció hasta en dos ocasiones la adulteración de la competición al Consejo Superior de Deportes.

La falta de transparencia, puesto que la Liga no acordó nada con los demás equipos, acabó de tumbar el Villarreal-Barça. Ahora solo se trata de un amistoso en Perú, pero Laporta ya ha visto la fuerza del colectivo y sabe que no debe dar un paso en falso. El club necesita el dinero.