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Los futbolistas del FC Barcelona no querían ir a Miami. Los que se han expresado públicamente, lo han dejado claro. Pau Cubarsí, a pesar de su juventud, aseguró durante el acto de presentación del patrocinio de Uber, que "todos los equipos estábamos en contra de irnos fuera porque la Liga española se tiene que jugar aquí". "Si los de arriba así lo han decidido, esta será la mejor opción", añadió. Frenkie de Jong fue en la misma línea. Afirmó estar en contra del encuentro en Estados Unidos mientras estaba concentrado con Holanda y volvió a remarcarlo tras firmar su nuevo contrato con el Barça: "Sigo pensando lo mismo y eso no ha cambiado, pero somos jugadores y al final tenemos que jugar donde sea". Como Cubarsí, el centrocampista neerlandés se posicionó en contra, pero no renegó de Joan Laporta. Apuntó más a la Liga de Javier Tebas.

Ellos dos no fueron los únicos en dar su opinión. Marc-André ter Stegen, primer capitán azulgrana, estuvo en las reuniones que convocó la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Los líderes de los equipos de Primera División dejaron claro que querían transparencia sobre el Villarreal-Barça en Miami. También que se respetase el convenio colectivo. Fuentes del sindicato explican que cada portador del brazalete luego comunicaba las órdenes a seguir a sus compañeros. Y eso hizo Ter Stegen.

La famosa protesta

Porque el pasado domingo, a pesar de que el Barça era uno de los equipos seleccionados para el partido del Hard Rock Stadium, los futbolistas azulgranas también se sumaron a la protesta incentivada por AFE. La asociación promovió un parón de 20 segundos sin jugar tras el saque inicial para la anterior jornada de Liga. Fue respetado. El equipo catalán no presionó al Girona. Todos como estatuas.

Antes del partido, Hansi Flick también se había expresado en contra del encuentro. "Los jugadores no están contentos, yo no estoy contento, pero hablamos de la Liga... Es la Liga quien ha decidido que se jugará este partido y lo jugaremos", reflexionó el técnico de 60 años. El discurso está claro: señalar a la patronal.

Y en esta línea fue el comunicado que publicó el Barça tras conocerse que el duelo en Miami quedaba anulado por culpa, precisamente, del revuelo generado en España durante las últimas semanas. El club culé lamentó "la oportunidad pérdida" que significaba la suspensión del evento por parte de Relevant, pero explicó que respetaba y acataba cualquier decisión, como si la misma entidad en sí no tuviese poder de decisión para ir o dejar de ir a Estados Unidos.

Tensión en el fútbol español

Laporta explicó la participación del Barça en el partido en la asamblea: "De los ingresos todavía nos debe informar con detalle la Liga. No puedo decir una cantidad que todavía no me han comunicado. Solo por ir, el Barça cobrará un dinero". Había intención de viajar, no solo eran órdenes. En cualquier caso, las contradicciones con el dinero que iban a recibir los clubes y la protesta llegaron a Estados Unidos. Se suspendió el evento y la tensión en el fútbol español escaló a otro nivel.

Javier Tebas, en la presentación del documental 'El Sentido' EFE

David Aganzo, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles REDES

Los futbolistas estaban en contra, en parte, porque ya tienen suficiente con el calendario tan apretado. El pasado martes hubo un careo entre Tebas y David Aganzo, presidente de AFE, y se trató el tema. El convenio obliga a que el equipo local esté 36 horas concentrado, como mucho. El visitante, 72 horas. En ambos casos se sobrepasaba el límite.

Amenaza legal

Tebas consideró, según ha podido saber Culemanía, que no había incumplimiento. En la Comisión Paritaria hubo momentos de tensión. El mandamás de la Liga aseguró que la protesta era ilegal. Sin embargo, desde AFE defendieron el derecho a la libertad de expresión. El máximo dirigente de la competición, entonces, amenazó con llevar el caso a juicio. En el sindicato están tranquilos.

El cartel promocional del partido Villarreal-Barça en Miami La Liga

Artículo 39 del convenio colectivo de los futbolistas CEDIDA

La Liga no otorgó demasiados datos, y aceptó reunirse con el partido ya cancelado. Se protegió con el acuerdo alcanzado en la Comisión Delegada de 2018, pero en aquel momento había otros clubes en el torneo. Tebas llegó a explicar que el proyecto sería deficitario en un principio, pero beneficioso a largo plazo.

En cualquier caso, la Liga estiró el brazo y le pidió a AFE que le pasara todos los puntos que querían saber sobre el partido. Quizá es el momento de que se aborde una modificación del convenio colectivo, por el futuro del fútbol. Si no, los futbolistas no darán su brazo a torcer. Lo tienen claro.

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