Dani Olmo, Leo Messi y Joan Laporta en un fotomontaje

Dani Olmo, Leo Messi y Joan Laporta en un fotomontaje CULEMANÍA

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Laporta se esfuerza más por Olmo que por Messi: malvende los palcos VIP para su inscripción

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Laporta cambia su discurso. En 2021, "pusimos la institución por encima de todo, teníamos que hacerlo por la situación heredada", aseguró el presidente del FC Barcelona. Entonces, el futuro de Leo Messi viró en cuestión de horas. Pasó de estar renovado a irse gratis. El astro argentino acabó con un pañuelo, secándose las lágrimas, delante de plantilla y directiva. El máximo dirigente no quiso aceptar el acuerdo de la Liga con CVC que permitía dar de alta a la pulga. Sin embargo, vende los palcos VIP del nuevo Camp Nou de prisa y corriendo, por un valor inferior al que tienen, para ampliar la inscripción de Dani Olmo. Y, encima, no llega a tiempo.

El pacto con CVC, dentro del proyecto La Liga Impulso, que repartía 2.000 millones entre los clubes, permitía inscribir a Messi, pero obligaba a transferir el 9% de los derechos televisivos por un periodo de 50 años. Medio siglo, nada más y nada menos. El Barça iba a recibir unos 250 kilos. Laporta no aceptó. Ahora, en cambio, se desprende de la comercialización de asientos VIP del Camp Nou por 20 años y 100 millones. El plan con estos palcos era venderlos a 25.000 euros por butaca, lo cual daba una cifra de 200 millones. Finalmente, el Barça obtendrá la mitad y venderá menos localidades.

Un mejor trato

Tiempo después de desechar el pacto con Tebas y CVC, Laporta cerró un trato con el fondo norteamericano Sixth Street. Traspasó el 10% de estos derechos audiovisuales por 207,5 millones de euros y 25 años, la mitad de tiempo que con CVC. Luego le vendió a la misma firma un 15% adicional por 311,25 kilos. El presidente también cedió patrimonio e ingresos futuros, pero con un trato menos dañino.

Lo cierto es que, con Leo, lo de Laporta 'solo' fueron palabras que se las llevó el viento. La decepción de la familia Messi Cuccittini aún prosigue. El eterno 10 del Barça no acudió a la gala del 125 aniversario del club. "No sé si Laporta hizo todo lo que pudo, lo que tengo claro es que yo sí que hice todo lo posible por quedarme", declaró el mismo Messi, quien se sintió traicionado.

El 'caso Olmo'

La ampliación de la inscripción de Olmo es diferente porque Laporta asumió por contrato que Dani podría marcharse gratis a partir del 1 de enero si no estaba inscrito. Es decir, lo fichó a consciencia sabiendo que el Barça no estaba en condiciones normales de contar con él. De hecho, hasta ahora ha jugado gracias a la lesión de Andreas Christensen.

Leo Messi, llorando el día de su despedida del Barça

Leo Messi, llorando el día de su despedida del Barça REDES

Joan Laporta muestra la maqueta del futuro Camp Nou a Dani Olmo en el día de su firma con el Barça

Joan Laporta muestra la maqueta del futuro Camp Nou a Dani Olmo en el día de su firma con el Barça FCB

El contrato de Olmo tuvo dos fases. A principios de agosto no incluía la cláusula por la que poder salir del Barça totalmente gratis, una condición que se estipuló a finales del mismo mes. Es decir, Laporta ha tenido cuatro meses para preparar el terreno y la estrategia para ampliar la inscripción del mediapunta de Terrassa. Messi, a diferencia de Olmo, ya era un agente libre. Hacer el fichaje en esta tesitura es decisión de Laporta.

Venta precipitada de patrimonio

Jan, aquel verano de 2021, no vendió patrimonio del club en tan malas condiciones. Los socios aprobaron en asamblea, luego, la cesión de una parte de aquellos derechos televisivos a Sixth Street. Sin embargo, tras viajar a Oriente Medio, Laporta cerró dos contratos por valor de 100 millones para dar de alta a Olmo hasta junio. Ha hecho lo que sea para evitar el mayor de los ridículos. Y no lo ha conseguido.

Dani Olmo, en uno de sus primeros entrenamientos con el Barça

Dani Olmo, en uno de sus primeros entrenamientos con el Barça FCB

Con el fichaje de Olmo, la responsabilidad es exclusivamente de Laporta. Asumió su fichaje y el Barça se ha quedado, a priori, sin un jugador que costó más de 55 millones hace cuatro meses. Se puede ir gratis a otro equipo, mientras el club catalán le continúa pagando la ficha hasta 2030 y abonando el coste del traspaso acordado con el Leipzig. Por suerte, parece que Olmo no quiere desvincularse del Barça.

No hay marca atrás

Los ingresos que iba a recibir el club por la comercialización al completo de los asientos Vip del Camp Nou podían servir para devolver el crédito concedido a Goldman Sachs. Al vender una parte de los palcos y enviar la documentación a la Liga, Laporta ya había escogido, se aprobara o no el día 31 de diciembre la inscripción de Olmo, su estrategia: una venta de patrimonio por un valor inferior al que tiene.

Joan Laporta, el diseño del futuro Camp Nou, y los logotipos de Sixth Street y Goldman Sachs, en un montaje

Joan Laporta, el diseño del futuro Camp Nou, y los logotipos de Sixth Street y Goldman Sachs, en un montaje MONTAJE CULEMANIA

Laporta no quiso malvender derechos televisivos de la Liga para retener a Messi, el mejor jugador de la historia. En cambio, se desprende de los palcos del Camp Nou para intentar retener a Olmo. Además, no lo consigue a tiempo. Y lo hace hipotecando ingresos futuros que no tapan la sangría económica, sino la deportiva.