Tarjeta roja: Joan Laporta

Tarjeta roja: Joan Laporta CULEMANÍA

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Tarjeta roja: Joan Laporta

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Joan Laporta, en esta segunda etapa al mando del FC Barcelona, se ha caracterizado por jugar mucho con fuego. Desde fichajes a última hora hasta la polémica inscripción de Dani OlmoPau Víctor. Los dos futbolistas están a la espera de saber si podrán seguir bajo las órdenes de Hansi Flick en el segundo tramo de la temporada o si estarán seis meses sin jugar. Es un escenario muy delicado al que se ha llegado por la pésima planificación del dirigente azulgrana.

La junta directiva del Barça sabía desde hace cuatro meses que se enfrentaba a un proceso complicado para inscribir a los únicos fichajes que se hicieron en el mercado de verano. El tiempo fue pasando y Laporta llegó a diciembre con la soga al cuello. Primero apostó por la vía judicial, pero se llevó dos reveses de la justicia catalana. Ahora agota la carta de la venta de los palcos VIP del futuro Camp Nou para regresar a la regla 1:1 y volver a registrar a Olmo y Pau en la Liga.

Roja para Laporta

En el FC Barcelona celebran con cierto júbilo el hecho de haber obtenido los 58 millones de euros que necesitan para desatascar la situación tan restrictiva en la Liga. Es un paso clave que acerca al club a inscribir a los dos jugadores antes de afrontar los primeros partidos del mes de enero. Sin embargo, no deja de ser una gestión sumamente criticable de Laporta, que se lleva la tarjeta roja de Culemanía.

Joan Laporta y Dani Olmo con la sede de la RFEF en un fotomontaje

Joan Laporta y Dani Olmo con la sede de la RFEF en un fotomontaje CULEMANÍA

Laporta ha vuelto a demostrar que gusta del funambulismo, pero ese constante deseo de vivir al borde del peligro es que lo que hace que el FC Barcelona no avance por el camino correcto. Jan prefiere asumir muchas responsabilidades y no rodearse de un grupo de profesionales que permita evitar estas situaciones tan ridículas. El posible escenario de quedarse sin los fichajes de verano no solo representaría un golpe en lo deportivo y económico para el club, sino también a nivel reputacional.