Joan Laporta siempre será recordado por ser el presidente del 125 aniversario de la fundación del FC Barcelona. También será el máximo responsable de la transformación del Camp Nou en un estadio del siglo XXI, con todas las localidades cubiertas y muchas más comodidades que en sus primeras décadas de vida.
"El nuevo Camp Nou volverá a ser el mejor estadio del mundo y será la clave de la recuperación económica del Barça", sostiene Laporta. Su primera afirmación es subjetiva, porque Estados Unidos cuenta con estadios con todos los adelantos técnicos y muy cómodos. La segunda, de momento, es una proyección muy generosa.
Explotación del estadio
El Barça estima que el crédito recibido para la reforma del Camp Nou se abonará con los 247 millones de euros más por temporada que ingresará el club por la explotación de su estadio a partir de 2026.
La actual junta directiva del Barça hace una proyeccción al alza de la futura facturación del Camp Nou, que tendrá 7.400 asientos VIP o palcos (ampliables a 9.400 asientos), un boulevard y un museo mucho más grande e interactivo.
Las partidas
El 24% de los nuevos ingresos, según la previsión del FC Barcelona, llegarán de los Naming Rights, otro 24% del Hospitality, el 22% del ticketing y la restauración, el 12% del museo y del tour y el 15% de los eventos que se hagan en el Camp Nou.
El nuevo Camp Nou tendrá 104.600 asientos, todos cubiertos, y debe estar totalmente terminado en verano de 2026. Antes, presuntamente en febrero de 2025, el Barça regresará a su estadio con el 60% del aforo disponible.
El primer proyecto
En 2021, tras ganar las últimas elecciones a la presidencia del Barça, Laporta anunció que modificaría el proyecto de reforma del Camp Nou que pactaron el expresidente Josep Maria Bartomeu y Nikken Sekkei. El actual dirigente optó por mantener la primera grada y derribar la tercera, alegando que tenía muchas deficiencias. También comunicó que construiría dos anillos de palcos.
Bartomeu tenía un acuerdo con Goldman Sachs, que aportaba un crédito de 815 millones de euros para la reforma del Camp Nou, pero Laporta elevó el nuevo Espai Barça hasta los 1.450 millones de euros.
Grandes cambios
El nuevo Camp Nou será mucho más sostenible y resuelve muchos problemas de movilidad. Contará con 3.000 plazas de aparcamiento, 69 ascensores y 78 escaleras mecánicas. También tendrá muchos más puntos de restauración y un boulevard entre la primera y la segunda grada.
El Barça, actualmente, acumula una deuda bruta superior a los 1.200 millones de euros y su futuro es incierto. Habrá más ingresos con el nuevo Camp Nou, pero los gastos se dispararán por los intereses del coste del estadio. De momento, los números no encajan y el club sigue sin resolver la construcción del nuevo Palau Blaugrana.
El futuro Palau
El futuro Palau Blaugrana es una exigencia de la Euroliga y una necesidad del club. El actual pabellón, estrenado en 1971, se ha quedado pequeño (7.500 asientos) y obsoleto.
Laporta cifró el coste del nuevo Palau Blaugrana en 420 millones de euros, hace dos años. Este proyecto contemplaba también la construcción del Petit Palau, para 3.000 o 4.000 espectadores, y una pista de hielo. El nuevo Palau tendrá una capacidad mínima de 15.000 asientos y el club proyecta la celebración de grandes conciertos nacionales e internacionales.
El precedente
El Barça todavía no tiene un proyecto para el nuevo Palau y, mucho menos, resuelta su financiación. El futuro pabellón, como el Camp Nou, acumula años de retraso, ya sea por problemas con las licencias, ya sea por problemas económicos.
El Barça ya vivió tiempos difíciles en los años 60, tras la construcción del Camp Nou. El actual estadio barcelonista, inaugurado el 24 de septiembre de 1957, costó 288 millones de las antiguas pesetas. Es decir, algo más de 1,7 milllones de euros.