El Barça ya sueña con el nuevo Camp Nou. El regreso, como mínimo, deberá esperar hasta mediados de febrero de 2025. Será con un aforo del 60% y con molestias por las obras.
El gran proyecto del club en el siglo XXI debe estar totalmente terminado en verano de 2026, pero hay algunos factores que podrían retrasar los plazos marcados por la entidad que preside Joan Laporta y Limak Construction. A partir de entonces, el Barcelona espera ingresar entre 340 y 350 millones de euros anuales por la explotación de su estadio.
1. Horarios
El Barça quería que las obras de reforma del Camp Nou tuvieran las mínimas restricciones horarias posibles. Esta batalla, sin embargo, la ha perdido el club en su enfrentamiento con los vecinos de Les Corts.
Las obras mantienen el horario, de las 8.00 horas de la mañana a 20.00 horas, tras la última reunión que mantuvieron el Barça, el Ayuntamiento de Barcelona y los vecinos de Les Corts. A partir de a las ocho de la tarde solamente se pueden hacer trabajos sin maquinaria, cosa que está comportando retrasos en los plazos.
Los vecinos están muy agradecidos, sobre todo, a la Guardia Urbana, que ha aumentado la vigilancia de las obras a partir de la hora límite. Pasan más patrullas, después de la multitud de quejas por ruidos y alumbrado en la zona, en algunas noches puntuales.
2. Licencias
El Barça, como ya pasó con el inicio de las obras, teme que la licencia que dé luz verde al estreno del nuevo Camp Nou se retrase. Los plazos son lentos. La reforma necesitará la validación final de los bomberos y del Ayuntamiento de Barcelona.
Laporta tiene buena sintonía con Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, y con David Escudé, concejal de Deportes. Ambos celebraron que el Barça apostara por el Estadi Olímpic Lluís Companys como sede de los partidos del primer equipo y ambos trabajan ahora para un futuro acuerdo de movilidad alrededor del Camp Nou.
3. Otros imponderables
Las obras de transformación del Camp Nou progresan adecuadamente. No obstante, hay algunos obstáculos por resolver. Los operarios de Limak Construction --y sus empresas subcontratadas-- deberán cerrar el enorme agujero que abrieron en verano de 2023 para poder realizar obras subterráneas como el parking, la nueva tienda, soterrada como los vestuarios, el área hospitality y el nuevo Museo.
En estos momentos, el orificio impide el acceso a los aproximadamente 64.000 culés que acudirán a ver los partidos en 2025. Además, los obreros tendrán que instalar la iluminación y servicios como la venta de food & beverage y los lavabos.
Boquete, iluminación y césped
El Barça también deberá replantar el césped del Camp Nou. Este proceso fue una pesadilla para el club en 1994, cuando el club amplió la primera grada y bajó el nivel del campo. Los avances técnicos permitirán que la colocación del futuro césped sea un mero trámite. La reforma del Camp Nou también incluye la eliminación de muchos cables.
El factor tiempo también podría retrasar el estreno del Camp Nou, La lluvia es el gran enemigo de unas obras de por sí complejas, que contemplan también la colocación de una nueva cubierta. Toda la afición estará protegida por una cubierta tensada y hecha con cables. El Spotify Camp Nou contará con una de las cubiertas tensadas más grandes del mundo, con 48.000 m2; de superficie.
El nuevo Bernabéu
El acuerdo entre el Barça y Limak penalizaba a la compañía turca en caso de retrasos. Un millón de euros por día deberá abonar Limak al club si se demora la actual transformación del estadio barcelonista. En Madrid, mientras, recuerdan que el Bernabéu ha sufrido un retraso de casi dos años, aunque las obras no se interrumpieron durante la pandemia.