Las urgencias pasan factura. Y Nike lo sabe. La compañía de ropa deportiva no salvó el mercado de fichajes del FC Barcelona con una gran prima de renovación. La firma de la empresa con sede en Oregón se hará esperar hasta después de la asamblea de compromisarios, programada para el fin de semana del Barça-Sevilla (20 de octubre). Nike no tiene la necesidad de correr. El Barça, sí.
La multinacional puede esperar hasta 2026, con opción de ampliar el actual vínculo hasta 2028 de manera unilateral. Quien tiene prisa por ampliar los ingresos es Joan Laporta, que debe solucionar la losa de 60 millones de Barça Studios a ojos de la Liga, algo que le ha impedido inscribir a jugadores durante el verano --solo lo ha hecho gracias al artículo 77, por la lesión de otros futbolistas--. La estrategia de la multinacional americana es la misma desde el 1998, año en que se juntó con la institución catalana: Nike adelanta una gran cantidad de dinero con la prima de renovación y el Barça queda sometido a un contrato que dura una década y, luego, queda obsoleto.
Un gran adelanto
Del 1998 al 2028 van 30 años. Con el nuevo contrato, aún serán más. La primera unión del Barça y Nike se fraguó durante el verano de 1997, un 4 de julio. Por un lado, el encargado de llevar las negociaciones era el máximo dirigente barcelonista era Josep Lluís Núñez. Por el otro, de parte de la compañía estadounidense, se hallaba Sandro Rosell, que luego sería presidente en 2010. El vicepresidente de Núez, luego sería presidente, Joan Gaspart. Aquel primer contrato marcaría una tendencia. Desde entonces, la fórmula siempre sería la misma.
Rosell era agente de márquetin. En la temporada 95-96 vendió los derechos de los balones de primera y segunda división. Nike ganó la carrera, en la que también estaban Adidas y Reebok, y se dio cuenta de lo que era el fútbol como negocio. Rosell se hizo cargo de este deporte y empezó a negociar con el Barça, que venía de llevar Meyba y Kappa, marcas mucho más pequeñas.
Núñez optó por cambiar de marca, a pesar de que existía la intención de seguir con Kappa. La infraestructura de Nike era demasiado atractiva. Además, como ahora con la prima de renovación, la rescisión del contrato con Kappa iría a cargo de la empresa con sede en Oregón. A cambio, Nike quedaría ligado al Barça hasta el 31 de mayo de 2008. La prima fue de 13,6 millones de euros y el patrocinio anual, de 12 kilos. A partir de 2001, la cuantía fue revisada y el club azulgrana empezó a recibir 15 millones anuales.
El primero de Laporta
El siguiente contrato se firmó en las mismas condiciones que en la actualidad. Dos años antes de su supuesta finalización. Joan Laporta, que entró a presidir al club en 2003, renovó con Nike el 25 de octubre de 2006. El Barça empezó a recibir unos 30 millones por temporada, más algunos variables que acrecentaban la cifra hasta los 35. La prima --o signing bonus-- fue de 12 kilos. La entrada en vigor del nuevo contrato sería en 2008.
Laporta quería conseguir un patrocinio con las mismas cifras que Real Madrid o Manchester United, que ganaban 30 millones. Lo mismo sucede en 2024, cuando Laporta dice que el suyo sera "el mejor contrato del mundo del fútbol". Pero, la última renovación con Nike pertenece a Josep Maria Bartomeu, en 2016, un año después de conquistar el segundo triplete del club y con Neymar, patrocinado por Nike, en el equipo.
Las condiciones de Bartomeu
La diferencia es que el Barça le propuso a Nike quedarse con Barça Licensing & Merchandising (BLM), que se había creado años atrás. La marca de ropa deportiva aceptó y el club empezó a ganar mucho dinero por ello. Tanto que en la actualidad se considera como la joya de la corona. Pero, como siempre, Nike se aseguró patrocinar al Barça durante una década, con dos años más opcionales, hasta 2028.
Las cifras no llegaron a trascender. El Barça está ganando unos 50 millones fijos de manera anual y unos variables que podían aumentar la cifra hasta los 100. Son los llamados bonus --bonificaciones-- y malus --penalizaciones--, por los que, dependiendo del número de títulos conseguidos cada temporada, la institución recibe más o menos dinero. Una moneda al aire.
La estrategia siempre ha sido la misma. Nike ha ido firmando contratos de una década de duración, que es muchísimo tiempo, por unas cantidades que luego han quedado desfasadas. A cambio, el Barça ha obtenido una prima de renovación que ha beneficiado al club de manera instantánea. Este 2024 sucederá lo mismo. Laporta aumentará el patrocinio a unos 100 millones fijos. Esta cuantía, junto al signing bonus, tapará el deterioro de Barça Studios. Es el precio a pagar.