Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, asegura que ha cerrado el curso 2023-24 con beneficios. Con beneficios ordinarios de 12 millones de euros y unas pérdidas globales de 91 millones. Los números, más tramposos que saneados, serán presentados en la asamblea de socios compromisarios que se celebrará entre el 19 y el 20 de octubre. Las ventas de futbolistas como Franck Kessié, Nico, Abde, Mika Faye, Chadi Riad y Marc Guiu aliviaron la delicada situación económica de un Barcelona que solo contrató a Dani Olmo y Pau Víctor en el pasado mercado de verano.
El Barça vive al día, con muchos sobresaltos, pendiente todavía de anunciar el acuerdo con Nike que dará estabilidad al club. En los próximos días se espera que Laporta anuncie el acuerdo de renovación con la multinacional estadounidense, que abonará 100 millones de euros anuales fijos y otros 100 millones en concepto de bonus signing. Falta por ver qué contraprestaciones tendrá Nike con la nueva alianza.
Matrimonio de conveniencia
El matrimonio de conveniencia entre el Barça y Nike ha superado momentos muy críticos, como las cuatro demandas que presentó el club contra la marca deportiva. La Justicia dio la razón a Nike, a la que el Barcelona hubiera tenido que indemnizar su hubiese roto el contrato para firmar por otra multinacional o crear su propia marca de ropa deportiva.
Más problemas tiene Laporta con Barça Vision. Busca nuevos socios para reconducir una línea de negocio que encalla. La gran decepción fue el impago de los 40 millones de euros que prometió Libero. En el club, en cambio, celebran que los ingresos por patrocinios hayan alcanzado los 210 millones de euros --se espera llegar a los 250 en la temporada 2024-25--, que se han ingresado 80 millones de euros por traspasos y que la masa salarial haya pasado de 670 millones a poco más de 500.
El nuevo Camp Nou
Laporta está ahora en manos de los socios compromisarios que deberán aprobar las cuentas de la pasada temporada, auditadas por Grant Thornton. También deberán validar el presupuesto del actual ejercicio, marcado, una vez más, por los recortes en la masa salarial.
El presidente del Barça, asimismo, deberá informar de la evolución de las obras de reforma del Camp Nou. En sus últimas comparecencias, Laporta había insistido en su deseo de que el primer equipo regresara a su casa a finales de diciembre, objetivo que fue compartido por Lluís Moya, director técnico del Espai Barça, en el Barcelona Desperta organizado por Grupo de Medios Global. "Trabajamos con la hipótesis de volver al Camp Nou a finales de año, pero hay una serie de ponderables que hace que esta premisa sea compleja", comentó Moya. El Barça, posiblemente, volverá al Camp Nou a finales de enero o principios de febrero, coincidiendo con la segunda vuelta de la Liga.
Los grandes cambios
El Barça contempla el regreso al Camp Nou con un aforo de 64.000 espectadores durante los próximos meses. El nuevo estadio no estará terminado hasta verano de 2026. Entonces tendrá 104.600 asientos, todos cubiertos, 3.000 plazas de parking, 69 ascensores y 78 escaleras mecánicas.
El nuevo Camp Nou, según Laporta, será el factor clave que facilitará la recuperación económica del Barça. El máximo dirigente asegura que el club ingresará 348 millones de euros anuales por la explotación del estadio. En Montjuïc, el Barça dejó de ingresar 100 millones de euros durante la pasada temporada.
El precio de los abonos
La reforma del Camp Nou también comportará que algunos socios puedan cambiar su localidad y un aumento del precio de los abonos a partir de 2026. "Será un aumento importante. En estos momentos, el abono del Barça es uno de los más baratos de Europa", sostienen en las oficinas del club.
Laporta, de momento, presume de los buenos resultados del Barça en la Liga y de cantera. En tiempos de carestía, la Masía siempre ha sido la mejor solución para un club que, de nuevo, está en manos del equipo. El máximo dirigente también está convencido de que Hansi Flick es el técnico ideal para un Barça con urgencias.