El golpe de timón le puede salir bien a Joan Laporta. Quien iba a ocupar el banquillo esta temporada era Xavi Hernández. Después de anunciar su dimisión en diferido el pasado enero, el presidente convenció al míster egarense --que no puso demasiados impedimentos-- de cumplir su contrato hasta 2025. Finalmente, el abogado catalán echó a Xavi semanas después, tras declarar en una rueda de prensa que la tesitura económica del club era muy delicada, y el socio debía saberlo.
El tiempo le ha dado la razón a la leyenda del Barça, pero también ha confirmado que no supo sacar lo mejor de la plantilla. El despido de Xavi le ha podido salir a las maravillas a Laporta. El FC Barcelona ha empezado la temporada como un tiro de la mano de Hansi Flick. Pleno de victorias en Liga. El equipo, bajo la tutela de técnico alemán, ha firmado el mejor arranque en la competición de los últimos seis años.
La influencia de Hansi Flick tampoco puede pasar por alto que también existe otra baza que da oxígeno a Laporta con vistas a las elecciones de 2026 del FC Barcelona. La otra carta del dirigente azulgrana es el nuevo Camp Nou, que debe representar el salvavidas económico del club en los próximos años. De cumplirse con las expectativas de los altos mandos, el futuro estadio culé generará 340 millones de euros anuales por su explotación. Esa puede ser la clave que alivie definitivamente los problemas financieros del Barça y mejore la percepción de la gestión de Jan en el barcelonismo.
La opción más sencilla
Laporta sabe ilusionar al barcelonismo. Fue precisamente el discurso de Xavi, donde bajaba las expectativas, el que le hizo cavar su propia tumba. Y Flick, que estaba sin equipo tras su fallido paso como seleccionador de Alemania, era la opción más sencilla y lógica. En el Bayern de Múnich lo había ganado todo, con un gran fútbol. Mientras esperaba a que la cúpula azulgrana se decidiese, Hansi se llegó a reunir con Guardiola en Manchester.
Pini Zahavi, agente de Flick y de Robert Lewandowski, insistía al presidente en que su representado era la mejor solución a los problemas del Barça. "¿Que si insisten? ¿Tú que crees? Ellos ya lo saben. Nosotros al final estaremos con Xavi. Esperaremos a su decisión. Es más, mejor que no esperen, porque, quien espera, desespera", reconoció Laporta a Mundo Deportivo.
Laporta, discutido
El presidente se desdijo de sus palabras. Por una parte, por aquel discurso de Xavi dirigido al barcelonismo y, por otra, porque el técnico egarense había elaborado una lista de bajas que no coincidía con la opinión interna del club. De los Robert Lewandowski, Vitor Roque, Oriol Romeu, Marcos Alonso y Joao Félix, el killer polaco no podía irse.
Todo esto acabó con Laporta despidiendo a Xavi y escogiendo a Flick como sucesor. De momento, el entrenador alemán está justificando sobradamente la apuesta del club en sus servicios. Había dudas sobre si daría continuidad a la Masía o si aplicaría el famoso estilo Barça. En las primeras cuatro jornadas, liderazgo y el mejor juego de los últimos años. Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, Flick está haciendo olvidar la gestión económica de la institución durante este verano.
Se agita el avispero
Tras el volantazo de Laporta con Xavi, después de un año sin títulos, y un mercado sin los fichajes prometidos, la andadura del abogado como máximo dirigente estaba en peligro. De hecho, en los últimos meses se ha ido gestando la oposición de cara a las elecciones de 2026, con plataformas como Som un clam o la rueda de prensa para analizar la situación de Víctor Font.
Barça Studios ha traído dolores de cabeza este verano. "El Barça puede aspirar a Nico Williams", pronunció Laporta. El club, después de todo, no ha podido afrontar su fichaje porque la Liga bloquea 60 millones de euros que debían haber llegado el pasado junio. La institución prorrogó el pago hasta este septiembre, pero la patronal contaba con esos ingresos. Por este motivo, el club no está en 1-1 y ni siquiera puede inscribir a un solo futbolista. Si lo ha hecho, ha sido por lesiones de larga duración.
Barça Studios, en segundo plano
El día 31 de diciembre Olmo quedará fuera. Solo podrá terminar la temporada si, en estos cuatro meses, el Barça remonta ese -60 que ahora se sitúa en un -15 por todas las ventas y la entrada de Aramark en Barça Studios. Los 40 kilos de Libero se compensaron por las ventas de Franck Kessié, Ousmane Dembelé y reduciendo las pérdidas. Esto no significa que el Barça deba encontrar a nuevos accionistas, pero a la Liga ya le basta con tener el dinero, venga de donde venga, sobre la mesa.
Además, desde el club se deslizaba que el nuevo acuerdo con Nike estaba cerca de hacerse realidad. El signing bonus de unos 100 millones hubiese solucionado todos los problemas en este mercado. El Barça ha ido poniendo parches. Ahora la fecha límite se amplía hasta el 31 de diciembre. De momento, la gestión ha quedado opacada por el Barça de Hansi Flick. La apuesta de Laporta en el banquillo ha sido acertada. Como siempre, todo depende de que la pelotita se cuele entre los tres palos y de los avances positivos en las obras del futuro Camp Nou. Dos bazas que dan oxígeno al mandatario azulgrana.