La Euroliga se pone seria con el FC Barcelona. Los altos mandos de la competición continental han dado mucho margen de maniobra al club azulgrana para solucionar el problema de limitado aforo que existe en el Palau Blaugrana. La buena relación entre las dos partes permitió al Barça gozar de una moratoria con respecto a las obras del pabellón culé, pero la paciencia de la dirigencia del torneo se empieza a agotar, por lo que ahora presionan con mayor intensidad a la junta de Joan Laporta de cara a encontrar alternativas al hogar del equipo de baloncesto.
Las fuentes consultadas por Culemanía explican que la Euroliga y el Barça se mantienen en contacto con relación al limitado aforo que existe en el Palau. En la actualidad, el recinto azulgrana tiene capacidad para poco más de 7.500 espectadores, mientras que el requisito que exige la competición es que el mínimo de las instalaciones sea de 10.000 personas. El incumplimiento de la normativa ha supuesto que se intensifiquen la presiones hacia el FC Barcelona para dar con una solución que sea compatible con el proyecto de las obras para el futuro pabellón.
La presión al Barça
La inconformidad de la Euroliga con el aforo del Palau no es reciente. Hace más de una década que esperan que el Barça de basket juegue en un recinto que se ajuste a los parámetros establecidos por el torneo. Al no darse ninguna acción convincente por parte del club azulgrana en los últimos años, la competición liderada por Paulius Motiejunas (CEO) y Dejan Bodiroga (presidente) ya empieza a apretar con mayor fuerza.
Ese mismo problema también ha afectado al AS Mónaco basket. El combinado del Principado juega sus partidos en el Salle Gaston Médecin, cuya capacidad es de 5.000 espectadores. Pero en los últimos años han existido amenazas de obligar a la entidad a disputar sus compromisos en una sede más grande, lo que ha empujado a los dirigentes a planificar la construcción de un novedoso pabellón que traiga tranquilidad al proyecto y acerque la posibilidad de convertirse en uno de los clubes con plaza fija en la Euroliga.
Las sanciones de la Euroliga
En el FC Barcelona reflejan que no tienen conocimiento de si existe peligro de darse algún tipo de sanción por parte de la Euroliga. Aunque es un panorama realista por ser un caso tan longevo. El escenario más caótico para la sección de baloncesto es que la competición decida retirarles la Licencia A, lo que implica que un equipo dejar de formar parte del torneo y, a su vez, miembro accionista del propio organismo. Sin embargo, la entidad catalana muestra su convicción de jugar los partidos en un pabellón de mayor aforo para evitar un castigo de gran magnitud en el corto plazo.
En este sentido, la normativa de la Euroliga refleja diferentes criterios para revocar ese tipo de licencia, como es el caso del incumplimiento del Fair Play financiero, el hecho de no alcanzar el 80% de entradas vendidas en un lapso de dos temporadas o si el club comete alguna infracción con respecto a los requisitos establecidos en las presentes Normas de Licencia.
Las alternativas al Palau
Tal y como hemos avanzado en Culemanía, una potencial solución económica para el Barça de basket compartir, a medio plazo, el antiguo Palau d’Esports de la calle Lleida con el Espanyol. Con una capacidad que rondaba los 7.000 espectadores, el Ayuntamiento de Barcelona podría dar luz verde ahora a su derribo para la construcción de un nuevo pabellón, con una capacidad próxima a los 10.000 espectadores, lo que se ajustaría a las exigencias de la competición europea.
La transformación del Palau d’Esports permitiría al Barça ganar tiempo para la construcción del futuro Palau Blaugrana, que contaría con 15.000 asientos y acogería partidos de baloncesto y conciertos de grandes estrellas nacionales e internacionales. El Ayuntamiento de Barcelona, liderado por el socialista Jaume Collboni, busca un inversor que asuma el coste de las obras a cambio de su explotación.
La otra opción que también gana fuerza es un modelo de pabellón desmontable como el de la Virtus en la Feria de Bolonia. Según lo informado por el periodista Marc Mundet, la alternativa representaría un puente para el FC Barcelona mientras construye el nuevo Palau. Es una idea que se baraja en los altos mandos del club, teniendo en cuenta que jugar en el Palau Sant Jordi está prácticamente fuera de la mesa por la poca aceptación de la masa social azulgrana de movilizarse a Montjuïc.