Elena Fort, vicepresidenta institucional del Barça, no lo pasó bien el pasado lunes en un coloquio sobre el nuevo Camp Nou. El proyecto actual suscita muchas dudas entre los arquitectos y los constructores, que desconfían de la elección de Limak y critican las constantes modificaciones introducidas por Joan Laporta al proyecto más importante del club en el siglo XXI.

El arquitecto Óscar Tusquets, el empresario y exidrectivo azulgrana Gabriel Masfurroll y el exconcejal de Arquitectura del Ayuntamiento de Barcelona Dani Modol pidieron más transparencia al Barça para explicar una obra que, como mínimo, le costará 960 millones de euros al club. Fort se rebeló ante las críticas. "He venido a un coloquio sobre el Espai Barça. No soy arquitecta. No sabía que veníamos a hacer un debate electoral del Barça", comentó la vicepresidenta de Laporta, muy molesta con el desarrollo del coloquio. Después aseguró que la propuesta de Limak no era la más económica, sino la más rápida, en clara contradicción con las tesis que siempre ha defendido Laporta.

Falta transparencia

En el pasado, Fort no quiso desvelar, por ejemplo, si el Barça subirá el precio de los abonos cuando terminen las obras del Camp Nou. También fue surrealista su respuesta cuando le preguntaron por los motivos que habían impulsado al club a descartar un videomarcador de 360 grados como anunció Laporta. "La gente se despista", dijo Fort ante la sorpresa de los asistentes. "Económicamente no es rentable", añadió poco después una directiva poca empática con los periodistas que no tiene las dotes comunicativas de su jefe.

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