El Fair Play financiero de la Liga es uno de los temas más sonados en el entorno barcelonista. La normativa de la patronal del fútbol español se ha convertido en un dolor de cabeza para un FC Barcelona que vive al límite en términos económicos. Año tras año, los altos mandos del club azulgrana hacen malabares para dar con la fórmula que permita cerrar la planificación de la temporada. Es un problema que viene arrastrando el Barça desde la época de la pandemia, acompañada por la errática decisión de Joan Laporta.
La presencia de la pandemia del Covid supuso un balde de agua fría para el Barça. La disparada línea de gastos se comió por completo a los ingresos, especialmente por el cierre del Camp Nou y la imposibilidad de vender los productos oficiales en las tiendas físicas. Esos años han representado un terremoto que dio una enorme inestabilidad. La llegada de la directiva de Laporta en 2021 pudo ser la respuesta a esa sangría tan dolorosa, pero cometieron un grave error económico que todavía deja secuelas en el Fair Play.
El error de 2021
En marzo de 2021, Jan tomó posesión de la presidencia del FC Barcelona. Fue en una temporada tensa para la entidad catalana, teniendo en cuenta que la pandemia estuvo de principio a fin. A mediados de año y con vistas al curso 2021-22, la cúpula azulgrana decidió realizar una estimación del impacto provocado por el Covid en la actividad comercial. De acuerdo con Laporta, las pérdidas correspondientes a esa situación tan excepcional se cifraron en 217 millones de euros.
De los datos del estudio interno del Barça se dio a conocer que en el curso 2020-21 se registraron 481 millones de euros en pérdidas, por lo que el otro porcentaje lo responsabilizaron a la gestión de la directiva de Josep Maria Bartomeu. Se trata de una decisión polémica por parte de la actual dirigencia del club, debido a que un estudio de la Liga --al que tuvo acceso Culemanía-- refleja que las pérdidas provocadas por la pandemia realmente fueron de 163,8 millones en la temporada 2019-20 y de 324,5 millones en el siguiente año En total, 488,3 millones.
Dicho error económico de Laporta implicó que el FC Barcelona no fuera capaz de aprovechar una normativa habilitada por la Liga en esos momentos tan apretados para los clubes. Consistió en que los equipos tendrían la posibilidad de distribuir las pérdidas generadas por la pandemia a lo largo de cinco años, lo que habría permitido al Barça tomar algo de oxígeno en la lucha por revertir los números negativos. En cambio, el club insistió por validar su versión de las pérdidas del Covid para cargar de una mayor responsabilidad a la junta de Bartomeu.
Las secuelas en el Fair Play
Ese plan tan marcado del dirigente del Barça ha dejado secuelas en el Fair Play financiero. El hecho de asumir una enorme cantidad de pérdidas --que también se vieron infladas por la depreciación de la plantilla (160) y provisiones judiciales (90)-- ha ralentizado la recuperación económica de la entidad de cara a la normativa de la patronal del fútbol español. Es un problema que todavía se mantiene vigente en el FC Barcelona y que genera incertidumbre con respecto al rango de movimiento de la dirección deportiva en el siguiente mercado de verano.
Actualmente, el club catalán no tiene asegurado ese margen de maniobra para inscribir contratos como los de Vitor Roque o Iñigo Martínez. Tampoco las recientes renovaciones de Alejandro Balde y Gavi, lo que denota la crítica situación en la que se encuentra el Barça en términos de Fair Play. Por esa razón, Deco todavía no puede activar ninguna de las operaciones que hay sobre la mesa para potenciar la plantilla que va a dirigir Hansi Flick en la temporada 2024-25.
Los malabares de Laporta
Con ese contexto de fondo, la junta de Laporta realiza diferentes malabares para solventar esa problemática. La principal prioridad de la dirigencia es encontrar a un nuevo inversor que asuma el impago de los 40 millones de Libero por su participación en Barça Studios. Otras operaciones que también deben ayudar a la entidad culé son la renovación del acuerdo con Nike, el avance de los palcos Vip del nuevo Camp Nou o la venta de un crack del primer equipo.
Diferentes opciones que tienen la capacidad de ayudar al FC Barcelona a salir de flote en lo financiero. Aunque es otra prueba de la constante improvisación del club, que en los últimos años se ha acostumbrado a vivir al límite. Solo el tiempo dirá si Joan Laporta conseguirá superar este nuevo bache o estará todavía condicionado por el error cometido en 2021.