Pocos clubes en el mundo tienen el tirón comercial y mediático del FC Barcelona. Ese magnetismo de la entidad azulgrana les ha permitido contar con algunos patrocinadores de gran peso internacional, lo que a su vez ha representado un impulso en la parcela económica. En los tiempos actuales, la directiva de Joan Laporta está urgida de encontrar a nuevos aliados que den un salto de calidad a los ingresos, teniendo en cuenta las dificultades que han evidenciado a lo largo de la temporada.
Aunque los altos mandos del Barça han hecho esfuerzos por recortar gastos en salarios deportivos y en sumar acuerdos de patrocinio como el de Spotify, que posee los naming rights del Camp Nou y también aparece en la frontal de la camiseta, lo cierto es que todavía no hay estabilidad financiera. Ante ese contexto tan difícil, el FC Barcelona puede aprovechar diferentes activos publicitarios que permitan compensar esa diferencia en los resultados económicos.
El ejemplo de Spotify es bastante claro. La plataforma multimedia apareció en 2022 como una solución para el Barça, debido a que cerrar un acuerdo en el que pagarán aproximadamente 180 millones de euros por los derechos del nombre del Camp Nou. Fue una decisión arriesgada por la tradición del estadio azulgrana, pero que marcaba el camino de lo que puede seguir haciendo la junta de Laporta con otros activos que sumen más ingresos a las cuentas de la entidad.
La explotación de la indumentaria
Las camisetas suelen ser un activo publicitario de mucha importante entre los clubes profesionales. Los acuerdos con empresas que quieren ubicar su nombre en la parte frontal --o trasera-- de las indumentarias invierten cantidades exorbitantes año tras año, recordando el caso del Real Madrid que recibe 70 millones de euros por su pacto con Fly Emirates.
Pero la realidad es que el FC Barcelona también tiene la opción de aprovechar el espacio que ofrece dicha zona de la indumentaria. No es una estrategia novedosa, debido a la cantidad de equipos que ya cuentan con patrocinadores para esa parte tan concreta. En la élite también se ven casos significativos, como el del Atlético de Madrid, que hace pocas semanas llegó a un acuerdo con ComAve como su nuevo patrocinador en el pantalón. Los detalles económicos del pacto no fueron revelados, aunque la mencionada empresa supone un impulso al tener experiencia en el fútbol europeo por sus alianzas con AC Milan, Ajax de Ámsterdam o Crystal Palace.
Tampoco hay que pasar por alto la parte trasera de la camiseta. El FC Barcelona ya utiliza esa zona de la equipación para promover su vínculo con ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados), siendo un acuerdo solidario de la entidad azulgrana. Aunque en la parte superior de la indumentaria todavía hay suficiente espacio para que el Barça sume un sponsor que encaje de manera coherente. El Girona FC es uno de los ejemplos más importantes, teniendo a Marlex como patrocinador.
El atractivo de la Ciutat Esportiva
El Camp Nou no es el único establecimiento que generaría interés entre las potenciales empresas. La Ciutat Esportiva Joan Gamper también puede ser un activo publicitario que ayude a los altos mandos del Barça a incrementar los ingresos en el corto plazo. Las instalaciones del club son una de las más mediáticas del panorama nacional, teniendo en cuenta la cantidad de aficionados y turistas que circulan semana tras semana.
En este sentido, el Liverpool sirve de ejemplo para el Barça. La entidad red vendió los naming rights de su ciudad deportiva a AXA --empresa referente en la venta de seguros-- hasta 2029. Aunque en el comunicado no reflejaron las cifras económicas, algunas fuentes de la prensa inglesa detallaron que el pacto se habría cerrado en una cifra superior a los 20 millones de libras esterlinas, por lo que sería cuatro kilos anuales.
No es una cifra que cambiaría por completo el escenario financiero del Barça, pero sí que permitiría acercarse a un punto de mayor estabilidad. Hay que recordar que en el presupuesto existe un desajuste de unos 30 millones de euros en el apartado de ingresos, lo que obliga a la directiva de Laporta a moverse lo máximo posible para compensar esa carencia con nuevas fuentes de negocio.