El conflicto del Barça con los 'tiktokers': tensiones y negocio oculto

El FC Barcelona tiene un grave problema en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. El mundo de las redes sociales lo ha revolucionado todo. Más aún desde el nacimiento de la aplicación de TikTok, que viene siendo un Instagram, pero solo de vídeos. La probabilidad de volverse viral es muy alta. Y las nuevas generaciones, cuyos referentes están en internet, quieren volverse famosas. Estos usuarios han puesto en el punto de mira al Barça, que es uno de los clubes deportivos más grandes de todo el planeta.

Todo el mundo sabe dónde están las instalaciones de la institución azulgrana en Sant Joan Despí. Muchos aficionados esperan a los jugadores para conseguir una fotografía o un autógrafo. Estas personas, que tienen buena fe, se han visto perjudicadas por los famosos tiktokers. Cualquier imagen es buena para publicarla en redes, ya puede ser la llegada o salida de un futbolista a la sede del Barça.

La última víctima: Iñigo

El recién perjudicado por este hecho ha sido el central azulgrana, Iñigo Martínez. Es ya habitual que los tiktokers se pongan en medio de la calzada, de la trayectoria de los coches de los jugadores, para obligarlos a que se paren. "Si no se detienen les dicen cuatro cosas", afirma un habitual de la Ciutat Esportiva a Culemanía.

Estos actos se repiten cada día y, el pasado domingo, acabaron con la paciencia de Iñigo, que salió de su coche, dejó la puerta abierta y se encaró con un chico que presuntamente le había llamado "tonto". "Que sea la última vez que me insultas", le advirtió el futbolista.

"Esta gente lo ha hecho más de una vez. No es la primera vez que se meten con un jugador. Lo han hecho con Joao Cancelo, Félix, Lewandowski, Umtiti, Piqué...", comenta la misma fuente. Incluso con Messi en su última temporada. El astro argentino es una persona tranquila, pero estalló: "No te podés pasar toda la vida haciendo lo mismo. ¿Les parece normal hacer siempre lo mismo?".

"Son reincidentes"

Actualmente los futbolistas abandonan las instalaciones por la salida de la Ciutat Esportiva que tiene una rampa (marcada en negro en el mapa). Allí aguardan siempre los tiktokers. Si uno visita las instalaciones, verá como algunas personas incluso emiten en directo todo lo que pasa. Y filman quien entra y quien sale. Hasta hay sujetos que acuden con dos teléfonos móviles; uno para hacer el streaming y otro para leer a la audiencia y de uso personal.

Salida de la CE Joan Gamper (en negro) y dónde se bajó Iñigo Martínez (en blanco) Crónica Global

"Son reincidentes, lo han hecho muchas veces. En ocasiones ha venido hasta la policía por culpa suya y se han metido hasta con el de la caseta de seguridad del club", explica la fuente a este medio. Y es que, detrás de todo esto, hay un interés oculto. Los tiktokers se mueven por dinero.

Negocio encubierto

Como hemos mencionado, volverse viral en la red social es relativamente sencillo. TikTok paga por cada 1.000 reproducciones entre 2 y 4 céntimos. Es decir, un millón de visitas podrían significar hasta 40 euros. Si la frecuencia de vídeos que suben es alta, no es una cifra tan descabellada. Esto por un lado.

Por el otro, existe un negocio oculto con el que ganan aún más dinero. "Su función es ir, firmar y vender. Allí van a molestar, con patinetes, con cinco o seis camisetas y los paran. Cada día", relatan fuentes conocedoras de la situación. Los famosos tiktokers buscan sacar un rédito económico gracias a los autógrafos de los futbolistas, que multiplican el valor de una equipación o, por ejemplo, un cromo.

Un problema de difícil solución

La realidad es que no habría problema para el Barça con los aficionados, pero con la llegada de los tiktokers las cosas han cambiado. El club tiene charlas diarias con los futbolistas para prevenir incidentes. Se puede acumular gente en la vía o, como en el caso de Iñigo, caer en alguna provocación.

El problema, a priori, no tiene solución posible. Fuentes del club explican que el Barça está en contacto con la policía local de Sant Joan Despí y los Mossos d'Esquadra ya que, como los accidentes tienen lugar fuera de las instalaciones, la seguridad privada contratada por la institución no puede hacer nada. Como medida preventiva, el departamento de seguridad del Barça se coordina con los cuerpos mencionados, con los que comparte información diariamente.

De hecho, es habitual ver un coche de policía cerca de la Ciutat Esportiva, pero no hay efectivos suficientes como para destinar más de un vehículo cada día. Los que de verdad sufren a los tiktokers son los aficionados de verdad, los que asisten de buena fe. "Hay muchos chavales que no se pueden hacer la foto con sus ídolos por culpa de ellos", sentencian fuentes a Culemanía.