Era lo más esperado de la tarde, el encuentro entre Xavi Hernández y Joan Laporta. El foco del partido ante el Rayo Vallecano (3-0) de este domingo no estaba sobre el césped. El balón quedó en segundo plano. El barcelonismo estaba pendiente de la cita entre entrenador y presidente, que no se habían visto desde hace una semana. Unas declaraciones del técnico del Barça irritaron a Laporta. Un hecho que cambió su parecer: Xavi está más fuera que dentro.
Tras las palabras del míster, previas al partido contra el Almería, el presidente no viajó con el equipo, como suele hacer. El motivo: una enfermedad que casi le impide apoyar al femenino en la final de la Copa de la Reina. Pero sí estuvo presente en Montjuïc, donde también estaba Xavi. Ambos en el mismo escenario, el reencuentro era inevitable. Presidente y entrenador se vieron, brevemente, pero no hablaron sobre el futuro del técnico del Barça.
Laporta alarga la agonía
Xavi y Laporta se vieron las caras tras la rueda de prensa pospartido. El máximo dirigente, en una semana marcada por la incertidumbre, y plagada de informaciones que afirman que el míster será despedido, simplemente felicitó a Xavi por la victoria y por conseguir la segunda posición en la Liga. El encuentro fue formal, correcto.
Xavi no tiene noticias. El máximo dirigente no le desmintió nada. "Rafa Yuste y Deco me transmiten tranquilidad", expresó. Asimismo, recalcó que espera a un Laporta que vaya de cara, como siempre lo ha hecho. La versión oficial del club, según ha podido saber Culemanía, es que no se ha pronunciado porque estos días son decisivos para el Barça Femenino, que juega la final de la Champions este fin de semana contra el Lyon.
Sin noticias hasta el último partido
La reunión entre Xavi y Laporta se producirá después del último partido contra el Sevilla. El futuro del entrenador se decidirá cuando acabe la temporada, puede confirmar este medio. Todo apunta a que el de Terrassa no seguirá a los mandos del Barça, pero la cita puede acabar como la última en casa del presidente: Laporta ratificó a Xavi. Y Xavi cambió su decisión de abandonar el barco.
Laporta alarga la agonía de todo el barcelonismo, que está pendiente de su decisión. Como presidente, tiene la última palabra. El ruido ha llegado hasta el vestuario, como afirmó Sergi Roberto después de vencer al Rayo: "Aunque intentemos alejarnos de todo, es imposible". "Cuántos menos problemas haya fuera, mejor podremos rendir los jugadores", sentenció.
La división entre la afición está presente. En Montjuïc se escucharon cánticos en contra de Laporta. Y, durante los cinco minutos finales, se coreó a Xavi Hernández, que también recibió algunos silbidos. El tiempo pasa y, ni la plantilla, ni los culés, ni el mismo Xavi obtienen respuesta. Laporta mantiene en vilo a todo el barcelonismo.