No es casualidad. Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, se mueve como nadie en el terreno de la improvisación. Para lo bueno y para lo malo. Hace tres semanas, en su ático en la Diagonal de la capital catalana, ratificaba a Xavi Hernández como entrenador del primer equipo. Ahora, con motivo de unas declaraciones ajustadas a la realidad, el máximo dirigente vuelve a cuestionar su continuidad. Curiosamente cuando se ha destapado el escándalo de los avales que le permitieron empezar su segundo mandato.
El Periódico de Cataluña destapó que la empresa ISL ingresó 350.000 euros en la cuenta conjunta a nombre de todos los directivos del Barça que sirve para pagar los intereses financieros del aval de 124 millones de euros que el club presentó a la Liga en 2021. ¿Dónde está el escándalo? La compañía estadounidense trabaja para el club desde 2015. Y la cuenta bancaria no tiene nada que ver con el Barça. Es personal de los directivos, que se han aprovechado de su privilegiada condición para tomar posesión de su cargo.
La cortina de humo
El conflicto salió a la luz el pasado 15 de mayo. Al día siguiente, Xavi Hernández ya estaba en entredicho por unas declaraciones antes del partido frente al Almería. Por fin, el entrenador del primer equipo se ajustaba a la realidad e iba de cara con los socios. “El culé, el barcelonista, el aficionado, debe entender que la situación es muy difícil. Sobre todo a nivel económico, para competir con los máximos competidores, tanto el Madrid en España, como con el resto en Europa”.
Las declaraciones, presuntamente, enfadaron, y de buen grado, al presidente, que en la noche del sushi escuchó como Xavi afirmaba que iba a competir por todos los títulos. Aunque, por unas simples palabras, cambiar totalmente el guion sobre la continuidad de Xavi es, como mínimo, precipitado. El entrenador de Terrassa es la cortina de humo para tapar que la directiva, mediante una empresa que trabaja para el Barça, se costeó una parte de los intereses de los avales.
La oscura realidad
La realidad es que Laporta confió en Xavi sin estar completamente seguro. Ni él, ni una gran parte de la cúpula directiva. Pero también es cierto que el cambio repentino de discurso ha servido para ocultar la situación de los pagos trimestrales por las comisiones del aval. Según pudo saber Culemanía, aproximadamente ni la mitad de los directivos han depositado su parte en la cuenta creada de manera solidaria.
Fuentes confirmaron a este medio que, por barba, se debían ingresar 150.000 euros de manera obligatoria. Asimismo, se entiende que la suma de dinero que falta en el Bank of America, entidad en la que se haya la suma, y donde Ferran Olivé, el tesorero, decidió crear la cuenta, es bastante abultada. Además, no solo existe una deuda que han de cumplir sí o sí entre ellos mismos.
Deuda externa
El aval de 124 millones que se presentó a la Liga se formó, en gran medida, gracias a personas ajenas a la que, a la postre, sería la directiva. José Elías, propietario de La Sirena y Audax Renovables, puso 40 kilos. Y Jaume Roures, fundador de Mediapro, otros 30 millones. Dio la garantía bancaria a cambio de no pagar las comisiones. Por tanto, el dinero es necesario para acabar con la deuda de unos 400.000 euros que existe con Roures. El dato se extrae a partir del 2% de interés que aplicó el Banc Sabadell.
Toda esta información, por surrealista que parezca, y aunque uno de los protagonistas haya engañado a todos los culés durante tantos meses diciendo que marchaba, lo está ocultando Xavi Hernández. El posible despido del entrenador egarense a final de temporada es la gran bomba de humo del presidente Laporta. El debate sobre la continuidad del técnico está tapando un posible conflicto de interes en el club.
¿Contra el código ético del club?
Y es que, por decreto, Laporta y compañía deberían dar más explicaciones. En un comunicado oficial admitieron el ingreso de ISL, pero afirmaron que la relación comercial había decrecido. La cuestión no es esa, sino el beneficio personal que sacaron de los 350.000 euros, que no tienen nada que ver con el Barça.
En el código ético de la institución, en el artículo 4, apartado de 'Relaciones con los proveedores', se especifica lo siguiente: "El personal del FC Barcelona no podrá aceptar ni solicitar ningún tipo de beneficio personal de un proveedor --o potencial proveedor-- cuya destinación comprometa --o pueda comprometer su imparcialidad y objetividad. ISL organizó dos amisotos de pretemporada en 2022, frente al Inter Miami y el New York Red Bull, pero los implicados niegan que fuera una contraprestación.
Pese a que no tenga nada de culpa, el gran damnificado está siendo Xavi Hernández, el paraguas de Laporta en muchas ocasiones. El que da la cara cada semana. El entrenador del Barça ha aguantado todo tipo de chaparrones. El último, el de un posible despido. Sereno, en la última rueda de prensa, el técnico afirmó que la confianza "sigue intacta" con la directiva, pese a que aún no había hablado con el presidente. El Barça afronta muchas crisis, en muchos ámbitos. La deportiva, pese a que paga los platos rotos, no es la peor.
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