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Joan Gaspart está preocupado, como la mayoría de culés, por la situación del FC Barcelona. Mermado en el plano económico, el club ha recortado presupuestos tanto en el primer equipo como en las secciones, lo que ha desembocado en una caída importante a nivel de resultados. El Barça Femenino y el de balonmano simbolizan la esperanza de la institución, igual que ocurría en el ocaso de Josep María Bartomeu, ya que Barça masculino, baloncesto, fútbol sala y hockey ya han quedado apeados de Europa. Tampoco será posible repetir la gesta de las seis ligas domésticas del año pasado, puesto que los hombres de Xavi la han perdido a cinco jornadas del desenlace y el basket necesitaría un milagro para conseguirla frente a un todopoderoso Real Madrid. 

En una charla distendida con Gaspart en la redacción de Culemanía, el expresidente manifiesta su apoyo explícito a Joan Laporta, aunque emplaza al presidente actual a dar explicaciones a los socios en una asamblea de compromisarios extraordinaria, y presencial, para este verano. Un escenario que en el club nadie prevé, que no está encima de la mesa, pero que Gaspart reclama ante la incertidumbre económica que envuelve al club.

Gaspart pide una asamblea extraordinaria 

Aunque, seguramente, lo más noticiable de la charla mantenida con el empresario hotelero sea su confesión sobre la cena que mantuvieron en el Hotel Majestic de Barcelona los cinco expresidentes del Barça que todavía están vivos. Apenas unos días después de que Sandro Rosell confesase en una entrevista junto a Jordi Basté y el comisario Villarejo que hace mucho tiempo que no ve a Laporta --"la última vez que lo vi fue cuando asumió el cargo", dijo--, el expresidente Gaspart confiesa que eso no es del todo cierto.

Joan Gaspart durante una entrevista con Culemanía Òscar Gil CULEMANIA

"Me extraña que el otro día Sandro, que es muy amigo mío y lo aprecio muchísimo, dijese que no había visto a Laporta desde hace mucho tiempo... [desde las elecciones] porque lo vio esa noche, pero bueno, supongo que tuvo un lapsus, que se pueden tener en la vida", expuso Gaspart en las instalaciones de Crónica Global. 

Cómo se cocinó la cena 

Acto seguido, el exdirigente revela detalles sobre cómo se empezó a cocinar aquella cena, que se celebró en una sala privada del Hotel Majestic: "La cena bien, fue una encerrona en una asamblea de compromisarios que yo le lancé al presidente Laporta... le dije que es bueno que la unidad empiece desde la base... y eso son los presidentes y expresidentes".

"Hablé con Sandro, con quien me une una gran amistad, y me dijo que 'encantado'; Josep María Bartomeu también había tenido sus diferencias, pero también estaba encantado; Enrique Reyna, por descontado", relata el empresario. 

"Hablaron a la cara y salieron como amigos" 

"Yo era consciente, y no estoy revelando ningún secreto puntual, pero era consciente de que había habido piques puntuales entre ellos, así que al terminar la cena tuve la idea de que nos fuésemos hacia fuera de la sala y se quedasen solos Rosell y Laporta para que aclarasen sus pequeñas diferencias... y se quedaron unos 10 o 15 minutos... Sandro había dicho aquella frase de 'quiero mirarlo a la cara y que me lo diga'... pues yo supongo que se miraron y lo aclararon, porque cuando salieron, lo hicieron despidiéndose como lo que son, dos presidentes y amigos, que estuvieron juntos mucho tiempo en la junta directiva", sentencia Joan Gaspart. 

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