El FC Barcelona va a cerrar la temporada 2023-24 sin títulos. El mes de abril supuso una pesadilla para el barcelonismo por las derrotas sufridas en la Champions League y en el clásico de Liga. Muchos consideran que lo sucedido hace semanas ha dejado sin objetivos a la plantilla dirigida por Xavi Hernández, pero lo cierto es que todavía una última meta que es fundamental para la junta directiva de Joan Laporta.
Actualmente, la segunda plaza de la Liga supone un enorme valor para el Barça. No es la posición ideal para el club azulgrana tras la inversión y los esfuerzos que se hicieron de cara a tener una plantilla competitiva, pero lo cierto es que ese subcampeonato del torneo nacional igualmente supone bastante en términos económicos. No quedar en esa posición implica que el FC Barcelona dejaría de ingresar un aproximado de 14 millones de euros en un contexto complicado en lo financiero.
A lo largo de la temporada, el equipo de Xavi Hernández ha perdido una serie de partidos que han tenido un impacto negativo en las cuentas de la entidad culé. En ese grupo se encuentran las derrotas en la Champions League y la Supercopa de España, además de la no clasificación al Mundial de Clubes. Esos resultados han hecho que el Barça haya regalado hasta 80 millones de euros de potenciales ingresos, por lo que Laporta no quiere más errores en las últimas cuatro jornadas de Liga para evitar una mayor sangría económica.
El riesgo de la Supercopa
Una de las ventajas del segundo lugar de la Liga es clasificar directamente a la Supercopa de España. El propio Xavi le ha dado valor a la competición en el pasado, lo que representa un objetivo claro acceder a la del próximo año. Solo por formar parte de los cuatro equipos con boleto al torneo que se juega en Arabia Saudí, el FC Barcelona recibiría un mínimo de seis millones de euros, sin dejar de lado que también percibiría un millón extra en caso de clasificar a la final, tal y como lo hicieron en las últimas ediciones.
El único equipo que evitaría ese escenario es el Girona FC. Los de Michel ya jugaron su partido de la jornada 35 del fútbol español, donde consiguieron un amargo empate (2-2) contra el Deportivo Alavés que les posiciona con 75 puntos. Ese pinchazo del cuadro gerundense significa una enorme oportunidad para un Barça que solo necesita una victoria (tienen 73 puntos) contra la Real Sociedad (13 de mayo, 21.00 horas) de cara a recuperar el segundo lugar en la tabla de posiciones.
Las últimas jornadas del FC Barcelona son contra la Real Sociedad, UD Almería, Rayo Vallecano y Sevilla. Por su parte, el Girona FC tiene que enfrentarse en la recta final de la competición al Villarreal, Valencia CF y Granada. Cruces difíciles de lado y lado, aunque el elenco de Xavi Hernández parte con una ligera ventaja por el compromiso contra el Almería --colista-- y el Rayo Vallecano en Montjuïc.
Los derechos televisivos
Además de la potencial clasificación a la Supercopa de España, el FC Barcelona también se juega hasta siete millones de euros por quedar subcampeón en la Liga. Esto se debe a que el Real Decreto establece que en la venta centralizada de los derechos audiovisuales, una parte del dinero que ingrese la patronal del fútbol español lo tendrá que repartir en función del puesto final de cada uno de los equipos que forman parte de la Primera y Segunda División.
Del primer al séptimo lugar hay un salto por posición de siete millones. Por ejemplo, el Barça recibió el año pasado por ser campeón de la Liga un total de 60 millones de euros por el reparto de los derechos televisivos, mientras que el Real Madrid quedó detrás con 53,51 kilos. Y así sucesivamente hasta bajar a los últimos puestos de la tabla. En un contexto tan apretado como el que sufre el club presidido por Laporta, cada euro cuenta de manera considerable.
El Girona FC es el único que puede seguir amargando el cierre de curso del Barça de Xavi Hernández, que quiere terminar con las mejores sensaciones posibles en los terrenos de juego. Ya no hay títulos en juego, pero sí una buena suma de dinero que puede traer cierta tranquilidad en el entorno. De lo contrario, el balance deportivo y económico del primer equipo estará lejos de ser positivo.