Una de las primeras medidas de Sandro Rosell cuando empezó su ciclo presidencial en el FC Barcelona en 2010 fue promover un código ético para fomentar la buena gobernanza en el club azulgrana. En este sentido, la iniciativa tuvo como origen la intención de dejar atrás ciertas prácticas polémicas que formaron parte de la junta saliente, presidida por Joan Laporta, actual dirigente del Barça.
Dicho código ético, según la explicación de Toni Freixa, portavoz de aquella directiva del Barça, buscaba "la excelencia en la gestión, dotándola de transparencia y honestidad". En otras palabras, la medida prohíbe expresamente las prácticas que generen conflictos de intereses, la contratación laboral de familiares, la asunción de gastos suntuosos, desproporcionados o injustificados y el cobro de comisiones.
Las prácticas de Laporta
Esa iniciativa liderada por Rosell fue con el objetivo de evitar los mismos errores que se habrían cometido en la etapa de Laporta al mando de la entidad azulgrana. Aunque el ciclo de Jan está enmarcado especialmente por los numerosos éxitos deportivos del primer equipo con Pep Guardiola a la cabeza de ese histórico Barça, la realidad es que protagonizó algunas polémicas relacionadas al área económica.
Entre esas polémicas destaca que el actual presidente del FC Barcelona se habría gastado en aquella época 318.000 euros en en restaurantes, locales nocturnos o viajes. De los datos que salieron a la luz igualmente se refleja que en el último año de su mandato quedaron registradas varias facturas de restaurantes por más de 260.000 euros, además pagar hasta 3 millones en concepto de espionaje y seguridad.
Precisamente, ese lado más oscuro de la gestión de Laporta fue uno de los motivos que impulsó la moción de censura de 2008 organizada por Oriol Giralt contra el abogado barcelonés. El 60'6% se expresó a favor de la moción, por lo que el dirigente culé consiguió salvarse por los pelos (necesitaban el 66%). Aunque logró continuar con su mandato y revertir la situación en el panorama deportivo con el primer equipo, el descontento de una parte de la masa social estaba presente.
El Barça modificó el código
De ese código ético promovido por Rosell en 2010 se dio un cambio significativo en este segundo ciclo de Laporta en el Barça para incorporar a Maite Laporta (su hermana). La actual directiva hizo un gran esfuerzo de cara a contratarla como la responsable del área de Inclusión y Diversidad del Barça, debido a que tuvieron que modificar el código ético para contratar a un pariente directo de un miembro de la junta.
En este sentido, se añadió que pese a la relación directa, se podría incorporar si "la solvencia profesional de la persona a contratar, así como sus méritos y condiciones estén contrastadas y justifiquen la conveniencia objetiva de contratar aquella persona en lugar de otra".