Difícil horizonte el que tiene por delante el FC Barcelona. La precaria situación económica del club, con una deuda descomunal, le tiene atado de pies y manos. La colocación de créditos para financiar el Espai Barça por encima del 7%, el estancamiento de los ingresos ordinarios y una masa salarial todavía elevada, aunque se ha rebajado notablemente en las últimas fechas, siguen generando la amenaza latente del cambio de modelo de propiedad. Por ello, no es de extrañar que se revisen ciertos contratos en los próximos meses, como por ejemplo el de un Robert Lewandowski que se está mostrando irregular en lo que va de temporada.
El caso es que el Barça convive con un nivel de deuda que produce unos gastos financieros arriesgados. En el curso 2019-20 eran casi nulos, porque el euríbor estaba a cero. A día de hoy está al 4%, y en lo que respecta a líneas de crédito con ratings como el del Barça --aunque haya mejorado últimamente-- se piden intereses que superan el 6%. El club, en este sentido, afronta la remodelación del nuevo Camp Nou en el que probablemente sea el peor momento económico de su historia.
Posponer la deuda, pero nunca esquivarla
Todo ello con un contexto global nada favorable, independientemente lo que suceda en los próximos años. "El FC Barcelona debe acometer la operación del nuevo estadio en un entorno macroeconómico muy complicado, con la inflación y los tipos de interés disparados", recuerda Marc Ciria en Iusport. Culemanía ha contactado con otro especialista en estudios económicos, Álex López Cebrián, que profundiza en los problemas que se le vienen encima al Barça por culpa de su deuda bruta --1.200 millones de euros-- y, sobre todo, por un pasivo neto de 552 millones.
"Punto número uno: lo de refinanciar parte de la deuda no tiene por qué implicar una modificación del tipo de interés. Si el Barça ha emitido unos bonos al 7%, es un contrato firmado a ese interés. Lo tienes que pagar sí o sí. La única forma de refinanciar deuda, porque vas muy al límite o con la soga al cuello, es ampliar el plazo con más deuda. Pero esos intereses los tienes que pagar. Lo pagarás más tarde, pero lo pagarás igualmente. No hay forma de bajarlos, solo de posponerlos".
Particularidades del contexto mundial
Otra cuestión primordial es que el FC Barcelona siga mejorando su rating con el paso de los años, hasta recuperar la confianza absoluta de los inversores. "Al Barça no sólo le importa el tipo de interés del Banco Central, que según los expertos no va a subir mucho más, sino que tiene que tener en cuenta el rating, cómo está valorado el club como deudor. Se analiza la solvencia del club y, si es mala, eso hace subir el interés de la deuda que estás contratando. Los inversores, cuanto más riesgo tienes, más interés te piden", recuerda López Cebrián.
"Ahora mismo la preocupación ya no es el Euribor, sino el grado de solvencia del club, lo que hará que sea más fácil o difícil que le den más deuda. Los inversores tienen miedo de que no se les devuelva", recalca el experto consultado, que analiza también la posibilidad de que el contexto internacional pueda influir en la futura estabilidad económica del club. "En cuanto al contexto internacional, es muy relativo. La inflación no se sabe hacia adónde va a ir, cada semana va cambiando. Hoy día se habla de una inflación del 4 o el 5% en España, y en Europa es más o menos la misma. A nivel mundial, sin embargo, está bajando. No se sabe exactamente de qué forma pueden afectar al Barça el contexto internacional y la inflación".
La apuesta arriesgada del Barça
El FC Barcelona lo apuesta todo a los futuros beneficios que pueda extraer del nuevo Camp Nou, y de su capacidad de negocio. También en el crecimiento de los ingresos ordinarios, que de momento están prácticamente estancados. Una apuesta arriesgada que, para Álex López Cebrián, no aleja para nada los fantasmas de la conversión en Sociedad Anónima Deportiva (SAD). "Estamos hablando de que el Barça se está colocando a día de hoy en riesgo de quiebra. Y eso, teniendo en cuenta que no es una empresa que está en crecimiento. Cuando hablábamos de Spotify, importaba menos la deuda porque es una empresa al alza", incide.
"Pero el Barça tampoco se espera que se expanda mucho más. Es complicado que consiga acumular muchísimos más ingresos ordinarios, aunque lo apuesten todo al nuevo Camp Nou. Para empezar lo tienen que pagar, y habría que ver si esa previsión de ingresos es realista. No pinta nada bien. Habrá que ver si el club consigue revertir esta situación o no", concluye el especialista. Un horizonte de constante y gris neblina que, a día de hoy, no parece despejarse a corto plazo.