El Barça se reúne con los socios críticos del club y se niega a convocar una asamblea híbrida

La situación entre los socios críticos del FC Barcelona y la junta directiva de Joan Laporta ha alcanzado niveles de tensión. Ambas partes han buscado tener acercamientos en el presente año para tratar temas de gran importancia, aunque sin llegar a un desenlace totalmente satisfactorio. Ese mismo escenario aplica para la reciente reunión que sostuvieron en las oficinas del Barça, en donde los altos mandos se han negado a convocar una asamblea híbrida.

El contexto del encuentro entre los socios y la cúpula azulgrana nace a partir de la decisión de dichos grupos de mandar un burofax para condenar de la decisión de realizar la próxima asamblea de compromisarios (21 de octubre) por vía telemática. En ese escrito detallan que consideran necesario regresar el formato tradicional tras "haber desaparecido la causa que provocó la variación". Sin embargo, la respuesta por parte del club sigue siendo la misma.

Una imagen de archivo de la asamblea telemática del Barça FCB

Jaume Llopis, antiguo miembro de la comisión del Espai Barça y senador de la entidad, comentó a Culemanía las sensaciones de la reunión con la junta. En este sentido, el economista manifestó que "ha sido menos decepcionante" que la que tuvieron el pasado mes de julio y que asistieron todos los integrantes de la cúpula directiva, exceptuando a Elena Fort ni Eduard Romeu al estar reunidos con los socios compromisarios en una sesión informativa en el Auditori 1899.

El argumento del Barça

De acuerdo con lo explicado por Llopis, que también estuvo acompañado de otros socios, el Barça ha defendido su postura de mantener el formato telemático por un factor económico. "Nos han dicho que esta es la manera más democrática y que en el otro formato costaba unos 300.000 euros extras y yo les he recordado otros gastos que se han hecho, pero de aquí no hemos avanzado", señaló una de las voces más críticas de Laporta.

Por otra parte, el senador del Barça reconoció que en la reunión no entregaron el plan de viabilidad, aunque sí se encargaron de dar ciertos detalles que están incluidos en esa estrategia de la entidad. Maribel Meléndez, directora corporativa, fue la que dio "bastantes detalles de todos los planes de acción". "Nos ha aclarado bastante, si no todo, lo que corresponde a los gastos de gestión", añadió Llopis.

Sin embargo, el socio ha señalado que "el gran problema es que no creemos que el club estuviese en disposición en tres años de regresar la principal deuda capital. Todo está basado en que el Camp Nou esté terminado a tiempo y que genere los ingresos previstos en el PowerPoint". "Joan Sentelles (área de operaciones y compras del Espai Barça) se ha mostrado muy optimista que han avanzado con respecto al plan y nos ha asegurado que en noviembre del año que viene estaremos en el nuevo estadio con un 60% de ocupación", indicó.

"No queremos judicializar el club"

Con respecto al apartado de ingresos, Llopis ha manifestado que en el encuentro se llegó a comentar que "es un brindis al sol, veremos si son capaces de cumplirlo o no. La reunión ha estado correcta, Maribel Meléndez no me ha enseñado el plan de viabilidad sino que ha proyectado unas diapositivas que parece que son las mismas que tienen en el plan. Eso ha estado bien". El economista no ha dudado en reconocer la disposición de la directora corporativa en toda la explicación.

Jaume Llopis, exmiembro del Espai Barça crítico con la gestión de Laporta / REDES

A pesar de esas buenas sensaciones, el socio señala que seguirán trabajando para exigir mayor información sobre el Espai Barça y que "no queremos judicializar el club". "El que estaba con nosotros en el grupo y que ha puesto una demanda, Ignasi Prats, ha decidido salir porque no estaba de acuerdo con nosotros. Insistimos en que no somos oposición ni lo pretendemos".

Por ahora, la reunión en cuestión ha servido para calmar un poco las aguas entre los socios críticos del FC Barcelona y la junta directiva. Una situación que permite a Laporta encarar con mayor comodidad la próxima asamblea de compromisarios, aunque a sabiendas del descontento que ha generado la decisión de evitar un formato híbrido que permita satisfacer a todas las partes.