Luis Rubiales no se cansa de hacer el ridículo. El todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha pasado al ataque, otra vez, para cargar contra el Gobierno de España y contra la futbolista Jenni Hermoso, a la que tilda de mentirosa, sin utilizar esta palabra, por haber explicado una versión distinta a la suya. Rubiales insiste en la misma idea: "Fue todo mutuo y consentido".
Vamos por partes. En primer lugar, el máximo representante del fútbol español ataca duramente al gobierno después de la intervención de Miquel Iceta. El Ministro de Deportes ha dicho que, pese a no poder el CSD inhabilitar a Rubiales tras la resolución del TAD --que ha calificado los hechos de graves y no de muy graves--, sí que se solicitará al TAD la suspensión temporal del dirigente en base al artículo 102 de la Ley del Deporte.
Esta declaración de intenciones ha motivado un comunicado exprés, aunque muy elaborado de Rubiales, que dice así: "Me preocupa especialmente que, algunos de quienes deben proclamar y contribuir a garantizar la separación de poderes en nuestro país, se empeñen en tomar parte y presionar en mi contra, en lugar de dejar que la justicia actúe con todas las garantías, manteniéndose al margen".
"Júbilo desbordante de ambos"
Por otro lado, Rubi aprovecha para pedir perdón porque "a los dirigentes deportivos se nos debe exigir un comportamiento ejemplar, y el mío no lo fue". Sin embargo, acto seguido vuelve a ratificarse en su versión sobre los hechos y asegura que "la espontaneidad y felicidad del histórico momento, nos llevó a realizar un acto mutuo y consentido, producto del gran entusiasmo".
"En ningún momento hubo agresión alguna, es más, tan siquiera hubo la más mínima incomodidad, sino un júbilo desbordante en ambos. Repito: con consentimiento de ambas partes, tanto en los cariñosos abrazos, como en el pico y posterior despedida llena de afectuosos gestos mutuos, que se produjeron en la tarima de entrega de las Medallas", insiste Rubiales.
A continuación, el comunicado íntegro de Luis Rubiales.
El pasado día 20 de agosto cometí algunos errores evidentes, de los que me arrepiento sinceramente, de corazón. Es verdad que por tales errores he pedido perdón porque era justo; y ahora lo vuelvo a hacer con humildad. Lo hago convencido y con el propósito de mejorar.
He aprendido que por grande que sea la alegría y profunda que sea la emoción, incluso cuando se GANA UN MUNDIAL, a los dirigentes deportivos se nos debe exigir un comportamiento ejemplar, y el mío no lo fue.
Por tanto reitero, una vez más, mis disculpas por ello a las futbolistas, federación y demás estamentos del fútbol de manera clara, rotunda y sin paliativos. También a los aficionados al fútbol y a todos los que se hayan podido ofender por mis actos.
También di las explicaciones correspondientes, contando la verdad de lo ocurrido. Es mi única versión, la que he mantenido desde el primer momento y sigo defendiendo y no voy a modificar.
La espontaneidad y felicidad del histórico momento, nos llevó a realizar un acto mutuo y consentido, producto del gran entusiasmo. En ningún momento hubo agresión alguna, es más, tan siquiera hubo la más mínima incomodidad, sino un júbilo desbordante en ambos. Repito: con consentimiento de ambas partes, tanto en los cariñosos abrazos, como en el pico y posterior despedida llena de afectuosos gestos mutuos, que se produjeron en la tarima de entrega de las Medallas.
Se han aportado y se seguirán aportando las pruebas, peritajes, documentación, videos, etc. pertinentes que acreditan la realidad de lo ocurrido. Las pruebas no son opiniones, son hechos claros.
Desde un primer momento, la RFEF, por medio de su departamento de INTEGRIDAD, llevó a cabo las diligencias pertinentes. Fui llamado y colaboré para que se esclarecieran los hechos. Soy el mayor interesado. Seguiré colaborando en todos los ámbitos para que se llegue hasta el final en todo esto. En este sentido, también he acudido al procedimiento abierto por FIFA para defender mi postura. Y seguiré en todos aquellos otros, en los que pueda demostrar mi honorabilidad.
“Esto no va de géneros, va de verdad”
Me preocupa especialmente que, algunos de quienes deben proclamar y contribuir a garantizar la separación de poderes en nuestro país, se empeñen en tomar parte y presionar en mi contra, en lugar de dejar que la justicia actúe con todas las garantías, manteniéndose al margen.
Durante todo este periodo he sufrido un linchamiento político y mediático sin precedentes del que me he mantenido totalmente al margen. No solo a nivel nacional sino mundial. Pese a esto, también he sentido el apoyo creciente de la gente en la calle y en las redes sociales. Siento que algo ha cambiado y ante una injusticia y juicio público tan espurio, el ciudadano de a pie, mujeres y hombres por igual, se han unido. Quiero agradecerlo aquí y ahora. Es el momento de darles las gracias infinitas por su inmenso apoyo, por creerme, por no dejarse llevar por esta campaña fabricada en mi contra. El apoyo popular me refuerza en la idea de que este asunto se ha magnificado y sacado de contexto por otros motivos.
Sigo confiando en la independencia de los órganos donde se debe dirimir esta cuestión, pese a que la presión política y de determinados medios es tan interesada como brutal y a que la información sobre este asunto está siendo objeto de multitud de manipulaciones, mentiras y censuras, pero la verdad sólo tiene un camino y por eso repito, confío en que se hará justicia.
En el día de hoy, el TAD ha decidido abrirme un expediente. Al no haber razón alguna, según la resolución fundamentada por dicho órgano, para catalogar ninguna acción como MUY GRAVE, no se podrá aplicar una suspensión provisional por la Comisión Directiva del CSD.
Voy a seguir defendiéndome para demostrar la verdad. Quiero lanzar un mensaje a todas las personas de bien de nuestro país y más allá de nuestras fronteras, incluidas aquellas mujeres que hayan sido agredidas realmente y que tienen todo mi apoyo y compresión: esto no va de géneros, va de verdad.
En nombre del Feminismo no se debe tratar de hundir a un hombre -ni a una mujer- sin un juicio justo. La igualdad va de derechos idénticos para todos. La Justicia se aplica sobre personas sin que el género deba marcar previamente el resultado.
Siento que se me ha tratado de juzgar injustamente por medios y políticos. Esto no le debería volver a ocurrir a nadie.