El FC Barcelona ya cuenta los días para regresar a un Camp Nou renovado en noviembre de 2024. Hasta el 125 aniversario del club, los aficionados tendrán que conformarse con hacer piña sobre la montaña de Montjuïc. La mudanza obligada al estadio Olímpic Lluís Companys ha repercutido sobre un claro descenso de los socios abonados. El Barça ha vendido un 79% menos de carnets de temporada para el curso 2023-24. Las circunstancias han relegado al equipo azulgrana a la séptima plaza por la cola en número de abonados de la Liga.
Y eso que la campaña pasada, el Barça lideraba con puño de hierro gracias a poseer el estadio con mayor aforo. 82.000 socios llenaban el Camp Nou semanalmente, especialmente ilusionados con un verano de 2022 repleto de fichajes estelares. El ahora antiguo feudo azulgrana daba cabida a 99.354 culés, frente a las 49.472 localidades que aloja el estadio de Montjuïc. No hay color, pero tampoco hay otro remedio. Las obras del Espai Barça han obligado a dicho sacrificio.
Ni 20.000 abonados
La realidad es que el conjunto de la capital catalana ha perdido 64.936 abonados. Actualmente, el Barça cuenta con 17.064 socios que han pagado religiosamente el pase de temporada más la cuota anual de 100 euros. Y eso que la entidad presidida por Joan Laporta había rebajado el precio de los abonos un 50% ante la escasa demanda inicial. En un principio, el costo había crecido un 40% respecto al Camp Nou, por lo que apenas 6.000 aficionados pagaron por los nuevos abonos.
Catorce clubes de la Liga, incluido el Barça, han tasado su carnet de nueva alta más bajo por debajo de los 300 euros. En el caso del club azulgrana, incluso ha vendido los abonos más baratos a un precio de 255 euros, por debajo de Real Madrid (286) y Atlético de Madrid (270).
Factores decisivos
El Barça ocupa una sorprendente decimocuarta posición en el ranking de abonados de la Liga. El número resulta inesperado para un club que arrastra una masa social tan amplia. Sin embargo, las dificultades de acceder a un estadio donde está prohibido llegar con coche y la reducción de aforo en comparación con el Camp Nou explican la caída en picado de los abonados.
Las colas en los autobuses lanzadera desde Plaza España --con frecuencia cada 4 minutos-- provocaron que la mayoría de los asistentes optaran por desplazarse a pie. Las escaleras mecánicas de la Avenida María Cristina se convirtieron en su mejor aliado para afrontar un Plan de Movilidad que todavía presenta aspectos por pulir.
80% de asistencia
En el estreno liguero en casa contra el Cádiz, tan solo 39.603 barcelonistas acudieron al estadi Olímpic. Aun así, superaron el 80% del aforo total, de 49.472 espectadores. Para el Trofeo Joan Gamper, misma tónica. 35.224 hinchas se desplazaron hasta Montjuïc para disfrutar del debut en la montaña mágica.
Sin embargo, la imposibilidad de escoger asiento en Montjuïc --el sistema informático lo elige-- ha levantado ampollas entre los socios. Turistas que presenciaban por primera vez un encuentro del primer equipo azulgrana disfrutaron de mejores vistas que abonados que acumulan una vida entera ligados al club. Algunos socios que habían desembolsado 870 euros por un asiento en Tribuna tuvieron que conformarse con un asiento en primera fila para presenciar el encuentro contra el Cádiz. Los más avispados subieron a localidades vacías en una posición más centrada y con mejor visibilidad.