El FC Barcelona ha mantenido una reunión con Jaume Llopis y varios socios presidentes de los grupos de opinión de Àgora Blaugrana. La vicepresidente institucional del club, Elena Fort, y el vicepresidente económico, Eduard Romeu, han recibido a sus interlocutores en las oficinas del Barça, ubicadas en la calle Arístides Maillol. Tal y como se comprometió, el club ha contestado las 88 preguntas formuladas por dicha asociación, en referencia al Espai Barça.
La voluntad de tender puentes entre el club y el sector de un sector de socios escépticos con la gestión de la entidad ha predominado en el encuentro. Los componentes de Àgora Blaugrana en la cumbre han representado a un grupo que integran más de 1.000 socios. Junto a Elena Fort y Eduard Romeu, cinco ejecutivos de primer nivel del Barça han ejercido de anfitriones.
Mandato incumplido
Como ha confirmado el economista Jaume Llopis a Culemanía, ambas partes se han emplazado a otro encuentro el próximo mes de septiembre. Desde Àgora Blaugrana confirman que las buenas intenciones entre club y socios han ayudado al desarrollo óptimo del diálogo.
Además de la voluntad de colaboración, los socios culés han transmitido sus inquietudes respecto a la financiación del Espai Barça, el Palau Blaugrana y el incumplimiento del mandato asambleario. Y es que el acuerdo alcanzado en la Asamblea General de socios en octubre de 2021 dio luz verde a la Junta Directiva actual para lograr una financiación nunca superior a los 1.500 millones de euros para las obras del Espai Barça.
Sin embargo, no queda claro que esa cantidad de dinero permita la construcción del Palau Blaugrana, pues 1.071 millones de los 1.450 que conforman el crédito se destinarán al Camp Nou. Otros 179 millones cubrirán costes financieros y una bolsa de 200 millones servirá para posibles contingencias. Finalmente, el presidente del Barça, Joan Laporta, explicó en Esport3 que el nuevo Palau se haría realidad, pero por la mitad de los 420 kilos previstos inicialmente, unos 200. Tomando de referencia dichos números, el club tendría que echar mano del dinero prestado para contingencias en aras de tener el nuevo Palau listo en 2028. Aun así, tampoco se ha esclarecido si las oficinas o el nuevo hotel se contemplan con el dinero presupuestado.
Temor a la conversión en SAD
Más allá del proyecto del Espai Barça, las dudas que se ciernen sobre el club catalán versan sobre el temor a una conversión en Sociedad Anónima Deportiva (SAD). La deuda bruta de la entidad de la Ciudad Condal asciende a 4.000 millones de euros tras la concesión del préstamo para el Espai Barça. Esta cifra la componen los 1.350 millones de deuda ordinaria más los 2.820 millones procedentes del Espai Barça. Los intereses medios del crédito proporcionado por Goldman Sachs y otros inversores rondan el 5,5%.
Ni las 88 preguntas respondidas por parte del FC Barcelona a Àgora Blaugrana han bastado para calmar las preocupaciones en torno al futuro de la entidad. Jaume Llopis, una de las voces más críticas con la gestión de la directiva actual, ya vaticinó en una entrevista con Culemanía que "la mochila de la junta será tan pesada que no se devolverá la deuda". En un pasado ya dimitió como miembro de la comisión del Espai Barça a raíz de las discrepancias con la junta directiva.
Llopis cree que "no se podrá devolver la deuda y los acreedores -- del Espai Barça -- querrán cobrar y lo harán capitalizando sus deudas, quedándose el club". La deuda ordinaria que arrastran en Can Barça ha subido hasta los 200 millones. Precisamente, 246 millones de los 346 que ingresará anualmente el nuevo Camp Nou tendrían que bastar para saldar el endeudamiento contraído por el Espai Barça.