El Barça ha vivido muchas batallas en Balaídos. Una la gano incluso antes de que finalizara su partido contra el Celta. Fue en 2006, cuando el equipo de Frank Rijkaard se proclamó campeón en el descanso de un partido disputado en Vigo. Tres años antes, en cambio, Balaídos fue la sentencia de Louis van Gaal.
Joan Gaspart, presidente del Barça entre 2000 y 2003, contrató a Louis van Gaal para reactivar al equipo azulgrana en verano de 2022. No era una decisión más. La suya fue una apuesta de alto riesgo que le salió muy mal.
Van Gaal y Riquelme
El Barça, que sumaba ya tres años sin un título, era un club con urgencias y Van Gaal chocó con la estrella del equipo, Juan Román Riquelme. En enero, el equipo estaba más cerca del descenso que de luchar por la Liga.
El 26 de enero de 2003, Van Gaal estaba contra las cuerdas. Casi sentenciado. Ese día, el Barça jugaba en Balaídos. La primera parte terminó sin goles. En la segunda, Jesuli y Sylvinho, a quien años después ficharía el club azulgrana, fulminaron al grupo azulgrana.
Radomir Antic
Gaspart, acorralado, ya no podía defender más a Van Gaal. El día después, el entonces presidente del Barça despidió al entrenador, el mismo que años antes había apostado por Xavi Hernández y Carles Puyol, y que tres meses antes dio carrete a Andrés Iniesta.
El Barça cerró una etapa en Vigo. Radomir Antic sustituyó a Van Gaal y Gaspart dimitió semanas después. Enric Reyna presidió el club durante unos meses, pero la crisis terminó con un adelanto electoral y la victoria de Joan Laporta.