Julio Alberto: "La muerte nunca se olvidó de nadie"

Julio Alberto Moreno (Oviedo, 7 de octubre de 1958) es uno de los mitos vivientes de la historia del FC Barcelona. Vivió de primera mano la evolución del fútbol español durante la democracia y se convirtió en un pilar fundamental del Barça de los años 80. Internacional con la selección española, vistió nueve temporadas la camiseta azulgrana y estuvo a las órdenes de algunos de los entrenadores más emblemáticos de la historia del deporte rey. Desde el argentino César Luis Menotti al mítico holandés volador, Johan Cruyff, en su etapa más incipiente en los banquillos, pasando por su padre futbolístico, Luis Aragonés, y por el recientemente fallecido Terry Venables, del que guarda un extraordinario recuerdo. 

El Barça de aquellos tiempos era osado y talentoso, aunque sufría para ganar. Pasó muchos años a la sombra de La Quinta del Buitre, pero el portentoso lateral izquierdo --autor de 12 goles-- presume de haber conquistado la Liga con más autoridad de la historia a las órdenes de Venables. Da gusto escucharle hablar, con motivo de su participación en el congreso ‘Lo que de verdad importa’, organizado en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB), sobre aquella época. Convivió y compartió vida con genios y amigos como Maradona, Schuster, Marcos Alonso, Laudrup, Stoichkov o Koeman, además de los citados entrenadores. Algunos de ellos ya no están, pero Julio Alberto mantiene su memoria junto a su imperecedera sonrisa y ganas de vivir.  

Nacido en Asturias, concretamente en Candás…

No, eso pone en mi carné de identidad, pero bueno, he de reconocer que lo dije porque tiene una connotación familiar importante para mí. La verdad es que yo no nací en Candás…

¡Vaya! Empezamos la entrevista con noticia. Bueno, podemos decir que es de raíces asturianas entonces…

Sí, yo soy nacido en Oviedo. En la capital de Asturias, ¿vale? ¿Eh? Que quede claro que es la capital, y no Gijón.

Hay una gran rivalidad allí.

Mucha, mucha… Pues sí, yo nací en Oviedo pero luego dije que era de Candás porque fue donde empecé a jugar en la playa, donde hice mis primeros pinitos con el balón. Hicimos un equipo con los amigos de 14 años y llevábamos la camiseta del Elche, con esa raya verde tan bonita que tenía… otros iban con la del Barcelona, la del Atlético, la del Betis… muchas ya estaban elegidas y nosotros elegimos la del Elche, nos parecía muy chula. Yo nací en Oviedo, pero me fui a vivir a Candás a raíz de la separación de mis padres.

Pero su carrera como tal empezó en Madrid, en el Atlético…

Sí, yo estuve poco tiempo en Candás. Allí estaba interno en un colegio y luego me fui al Atlético de Madrid Juvenil.

Y llegó a jugar en el Recre también…

Sí, allí me fui cedido una temporada, pero jugué tres partidos nada porque me lesioné, me falló el menisco y ya me volví al Atlético. Estuve solo cuatro meses. Volví otra vez al Atlético y estuve allí hasta el 82.

Fue entonces cuando se fragua su fichaje por el FC Barcelona, donde estuvo nueve temporadas y ganó nueve títulos. 

Bueno, sí… nueve títulos, aunque a veces yo veo que son 11, y a veces 12, según se mire... dos Ligas, tres Copas, una Supercopa, una Recopa de Europa, dos Copas de la Liga... 

"Éramos una apisonadora"

Yo nací en el 85, un año muy importante en la historia del Barça, porque se vuelve a ganar la Liga después de 11 años con Terry Venables, que precisamente ha fallecido esta semana… ¿cómo era ese Barça de Terry Venables?

Fue un Barça único. Jugamos a un fútbol completamente diferente, con un sistema 4-4-2 basado en la presión, el robo de balón y unas jugadas de estrategia perfectas que nos llevaron a marcar 17 goles a balón parado… Costó entender ese cambio al 4-4-2, pero empezamos el primer partido ganando al Madrid 0-3 y fuimos líderes hasta el último día para coronarnos campeones de Liga. Yo no he visto un Barça con esa autoridad en cada partido desde entonces, éramos una apisonadora… Cuando salías al campo ya veías a los equipos contrarios la cara de pena que tenían, como diciendo "es que nos van a matar".

¿Por qué no se pudo mantener más en el tiempo?

Es verdad que fue solo una temporada a ese nivel… al año siguiente llegamos a cinco finales: la de la Copa de Europa, Copa del Rey, Supercopa, habiendo ganado la Liga el año anterior… luego, sin darte cuenta, caes un poco. Has hecho un esfuerzo tan grande para ganar tanto que luego cuesta mantenerte a ese nivel… y eso lo comentaba el otro día Xavi a la prensa y los medios no entendían que es verdad, que después de ganar una carrera de fondo como es la Liga, que tienes que estar todo el año a un nivel extraordinario, pues hay un punto de que necesitas coger fuerzas otra vez. Como que te vacías, te desplomas un poco… y es un tema colectivo, no es individual de un jugador… es un nivel de estrés que ha sido tan alto que cuando lo has mantenido mucho tiempo, de repente bajas un poco los brazos, cae un poco y lo tienes que volver a subir. Eso es algo con lo que tienen que lidiar los entrenadores modernos, porque no todos los jugadores están al mismo nivel de estrés y de compromiso emocional en todos los sentidos… es un tema muy mental.

"Veíamos al rival cagado de miedo"

¿El de Venables fue el mejor Barça en el que usted ha jugado?

Sí, diría que sí. Luego vino la época de Johan Cruyff, que ganamos la Recopa, la Liga y la Copa del Rey… y es cierto que jugamos bien, pero no tanto como en el 85. Fue el mejor Barça en el que he jugado y, posiblemente, uno de los mejores Barça de la historia. Marcamos 17 goles a balón parado, eso es una barbaridad, éramos unas máquinas. Veíamos al equipo rival temblando, cagados de miedo, cada vez que teníamos un córner o una falta a favor.

También vivió la época de Luis Aragonés en el Barça… ha estado con tres entrenadores de forma consecutiva que se han caracterizado por hacer jugar muy bien a sus respectivos equipos. Además de Venables y Cruyff, Luis Aragonés consiguió posiblemente el mejor fútbol con la selección española en la Eurocopa de 2008…

Sí, aquella Eurocopa fue una exhibición de principio a fin. La verdad es que Luis ha sido como un padre para mí. Yo con Luis he tenido una relación personal muy grande, muy especial, fue el que me descubrió y el que e hizo debutar.

"Luis Aragonés ha sido un padre para mí"

¿Cómo fue el cambio de Venables a Luis Aragonés?

Es difícil despedir, decir adiós a alguien siempre cuesta mucho…  pero vino Luis, qué quieres que te diga, era como si viniese mi papá. Dentro del dolor que suponía decir adiós a Venables, era el mejor recambio posible, fue como un alivio de algún modo. A mí nunca me ha gustado, siempre me ha parecido una situación tremendamente dura, decir adiós a un entrenador. Yo le he dicho adiós Udo Lattek, a Luis, a Terry, a Menotti, a Héctor Núñez en el Atlético de Madrid, a Ferenc Szusza, a Carriega…

La época de Luis no fue fácil, con el Motín del Hesperia

Quizá no fue el mejor fútbol, pero ganamos la Copa del Rey. Volvemos otra vez un poco a lo mismo… En una situación tan compleja como era aquella, después del Motín del Hesperia, fuimos capaces de ganar la Copa del Rey. Eso lo consigue un entrenador que es capaz de separar el problema, coger a los jugadores, hacerse con el equipo y decir ‘Vamos a por esto’.

Él se puso al lado de los jugadores…

Vamos… él se ganó la confianza y la amistad de todos. Todos estábamos a una con él y si llega a quedarse dos años más, creo que hubiésemos ganado ligas y lo que hubiese hecho falta. Luis era un sabio.

Decíamos antes que ganó dos Ligas, con Venables y Cruyff, pero también tres copas con entrenadores diferentes, ¿no?

Tengo la Liga de Venables y una Liga con Cruyff, sí, y también tres Copas, una con Menotti, una con Luis [Aragonés] y otra con Cruyff.

"Cruyff me ofreció tres años más, pero me retiré"

Y tuvo la mala fortuna de irse del Barça el año en que se ganó la Copa de Europa. ¿Esto le supuso una gran frustración?

Sí, claro, yo me tenía que haber quedado con una oferta que me hizo Johan Cruyff para quedarme tres años más, pero decidí dejar el fútbol. Sí que es cierto que él me quería a su lado, pero fue mi decisión. 

¿Fue su etapa vital más complicada?

No, yo decidí dejar el fútbol porque cada uno tiene su futuro. Yo vine a Barcelona, me enamoré de Barcelona, tenía mis negocios y mis cosas en Barcelona y quería seguir vinculado al club, pero ya no como jugador. Pensé que ese era el mejor momento.

¿Qué negocios ha tenido en Barcelona?

Yo he tenido de todo… inmobiliarias, tiendas de ropa, una asesoría fiscal…

"Dejé el fútbol por mis negocios"

¿En el mundo de la hostelería o la de la noche también hizo negocio?

No, lo único que tuve en el sector de la hostelería fue una inversión en el Hotel Gran Sitges, de esa localidad, donde yo era un accionista más… yo compraba acciones de empresas que eran rentables, pero no necesariamente tenía que estar yo al mando. He tenido muy buenos compañeros de viaje, empresarios catalanes.

¿No se adentró en el mundo de la noche? ¿Fue esa su etapa más oscura?

No, no… No tiene nada que ver. De eso me cuesta hablar para que se publique, porque luego sale siempre el titular.

Pero salió de una situación muy difícil, de una adicción, y lo explica en charlas y conferencias... ¿Cómo se sale de ahí? 

Es diferente una conferencia ya dirigida a ese ámbito. De hecho, en la conferencia tampoco me gusta entrar en el detalle. Me han pedido hablar de eso a cambio de dinero, pero nunca he querido contarlo. Tú puedes contar a chicos o padres, pero es una herida que ya está cerrada. Trabajo para mi fundación, lo que merece la pena es saber educar y prevenir, esa es nuestra labor, y ayudar a aquellos que tienen problemas. Todo tiene su proceso, ha pasado mucho tiempo y solo hablo de esto en conferencias privadas, que a veces sacas un poco la artillería pesada… sobre todo explico lo complejo que es ese mundo, el mundo de las adicciones, de las viejas y de las nuevas adicciones que han aparecido ahora. Hablo de la salud mental, de lo importante que es saber tomar decisiones y estar sano. Para salir de una adicción es muy complejo, primero tienes que querer salir…

"Schuster es el mejor medio que vi en mi vida"

Jugó con Schuster, Maradona… ¿cuáles son los mejores jugadores con los que ha jugado?

Jugué con Stoichkov, Schuster, Maradona, Koeman, Laudrup… en contra Sócrates, Falcao, Rivelino [todos jugadores de Brasil entre finales de los años 70 y durante los 80]… Jugar con Maradona era disfrutar del fútbol, Diego era un crack, fue el mejor. También disfruté mucho de Michael Laudrup, que éramos compañeros de habitación, con Koeman, con Hristo [Stoichkov], que me llamó el otro día para felicitarme con un cariñoso “¿Cómo estás hijo puta?” (risas).

Hristo es muy divertido…

Sí, mucho. También jugué con el Lobo Carrasco, con Marcos Alonso, con Schuster… con Schuster tengo mucha amistad… le quiero mucho y creo que es el mejor centrocampista que he visto yo en mi vida, ¡en mi vida!

¿Por encima de Xavi o Iniesta?

Es que en carrera, le pegaba al balón desde 60 metros y te caía en el pie. Era otro mundo, otra historia… sin mirarte, él hacia 'pum', y ya sabía que habías salido corriendo. Tú ya salías corriendo porque sabías que le iba a pegar, y hacía 'pum' y te caía delante. Solo tenías que recogerla y seguir.

"Yo sigo enamorado de la vida"

Por cómo habla de todos ellos, más allá de ganarse la vida y de disfrutar jugando, ha hecho muchas amistades, amigos de verdad…

El fútbol te da muchas cosas. Te da familia, te da amigos, compartes todo… compartes vidas… Marcos y yo hemos crecido juntos, jugado juntos, dormido juntos, hemos compartido una vida con su mujer y su familia, él con los míos, con Schuster igual, compartes muchas cosas…

Y cómo es el paso del tiempo, ¿no? Hablábamos antes de tres entrenadores como Venables, Aragonés y Cruyff… y los tres ya no están… tampoco Maradona, ni Marcos…

La muerte nunca se olvidó de nadie. La muerte, nunca se olvida de nadie. De nadie. Y no se va a olvidar ahora. Todos tenemos que pasar por ella. Hay que estar preparados. Ser felices, vivir la vida enamorándote de ella, del día a día. Hacer lo que te gusta, y ser feliz…

¿Usted se ha enamorado de la vida?

Sí, sí, hace mucho tiempo ya. Y sigo enamorado de ella.