El Barça y el Oporto son clubes unidos por su lucha contra el Real Madrid y el Benfica, las entidades emblemáticas de España y Portugal. Son el contrapoder y en el pasado han dirimido algunas batallas históricas. Una de las más intensas fue la vivida en la temporada 1985-86, en los octavos de final de la antigua Copa de Europa, ganada con mucho sufrimiento por el Barcelona.
A finales de 1985, el barcelonismo estaba ilusionado con ganar su primera Champions. Con Terry Venables de entrenador, el Barça había ganado la Liga unos meses antes. Bernd Schuster era la gran estrella del equipo azulgrana.
En el partido de ida, el Barça se impuso al Oporto (2-0) con goles de Marcos Alonso y Schuster. La eliminatoria parecía decidida, pues no era fácil marcarle un gol al grupo de Venables, con el carismático Urruti como portero.
El partido de vuelta
En el antiguo campo Das Antas, con capacidad para 80.000 espectadores, el Oporto soñó con el milagro de una remontada. La primera parte fue relativamente plácida para los barcelonistas, que contrarrestaron los ataques portugueses.
La segunda parte, sin embargo, fue un suplicio. Juary, un futbolista poco conocido por el gran público, armó un buen taco. Fue una pesadilla constante para el Barça en un campo embarrado.
Juary y Archibald
En cuatro minutos, dos goles de Juary pusieron contra las cuerdas al Barça. Pintaban bastos en Oporto, pero Archibald dio vida al equipo azulgrana con un gol en el minuto 78 que parecía definitivo.
El Oporto necesitaba dos goles para superar la eliminatoria. Entonces, los goles en campo contrario eran decisivos en caso de igualdad. A un minuto del final, Juary logró su tercer tanto y al Barça le temblaron las piernas. Resistió el último arreón local y se clasificó para cuartos de final de una Copa de Europa de triste recuerdo. Llegó a la final, pero fue derrotado por el Steaua de Bucarest en la tanda de penaltis. Un año después, curiosamente, el Oporto se proclamó campeón de Europa tras derrotar al Bayern (1-2) en la final de Viena.