Cuentan que la primera vez que a Xavi Hernández le pusieron el nombre del portugués Rubén Neves sobre la mesa, fue en julio del 2022. Fue el director de fútbol Mateu Alemany quien, a través de la insistencia de Joan Laporta, propuso su fichaje en una reunión del área deportiva. Los más escépticos, desde un principio, fueron el propio Xavi y Jordi Cruyff. Ninguno de los dos veía al jugador del Wolverhampton como una prioridad, y aún menos en la posición de pivote defensivo, donde el candidato estaba claramente definido hace ya mucho tiempo: el centrocampista de la Real Sociedad, Martín Zubimendi.
Seis meses después la sombra de Rubén Neves sigue sobrevolando el Camp Nou. Sin embargo, las reticencias sobre el centrocampista luso se han incrementado si cabe. Tanto es así que el propio Xavi dejó muy claro, en la última reunión antes de marchar a Doha, que la única opción para que viviera Neves a Can Barça es que Sergio Busquets aceptara la renovación de un año más, ya que el técnico egarense es muy escéptico sobre las condiciones de Neves para adaptarse a las necesidades inherentes de un pivote defensivo en el Barça. “Neves es más un interior que un pivote”, insistió Xavi en esta última cumbre.
Está claro que Jorge Mendes, agente de Neves, está moviendo todos los hilos e influencias en su afán de colocar al luso en el Barcelona, con la aquiescencia de un Joan Laporta, al que no le disgustaría esa posibilidad, como tampoco el fichaje de Joao Felix, por poner un ejemplo. Otro jugador que ha sido descartado por el área deportiva, ya que su prioridad es otro portugués, Bernardo Silva.
Xavi no cuenta con Neves en su proyecto: considera que su proyecto pasa por otros nombres y necesidades. Y la principal a día de hoy es reforzar la banda derecha, donde el equipo cojea notablemente. Primero porque Sergi Roberto es más centrocampista que defensa, segundo porque Héctor Bellerín ha demostrado estar lejos de ser un carrilero de garantías y, tercero, porque Jules Koundé se está consolidando como el líder en la defensa jugando de central.
De ahí que todos los esfuerzos se dirigirán hacia el lateral derecho, con un nombre propio sobre la mesa: Juan Foyth. El defensa del Villarreal, tal como explicó nuestro compañero Víctor Malo, es el preferido por el área deportiva, aunque habrá que ver el margen de maniobra que tendrá el club para afrontar una operación de semejante calado, ya que su cláusula cercana a los 50 millones de euros parece a día de hoy más que prohibitiva.
Lo que está claro es que el pivote defensivo no es ahora mismo la prioridad: con Sergio Busquets y Frenkie de Jong se considera desde el club suficientemente cubierta esta posición. Otra cosa será este verano, cuando se confirme la marcha del capitán. Entonces el nombre de Zubimendi, con una cláusula de 60 millones, aparecerá de nuevo, y con más fuerza que nunca, en todas las quinielas.