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Los Golden State Warriors establecieron una hegemonía en la NBA a golpe de triple. Stephen Curry y Klay Thompson, conocidos como los Splash Brothers, eran dos máquinas de encestar triples. Steve Kerr, un pionero desde el perímetro en su etapa como jugador, dirigía y todavía comanda un equipo que ganó cuatro anillos en ocho años

Por encima del resto sobresalía un base de 188 centímetros que encestaba desde cualquier zona de la pista con una facilidad insultante. El director de juego, 11 veces All Star y doble ganador del premio MVP de la NBA, cambió la forma de jugar en la mejor liga del mundo. Detrás de una muñeca privilegiaba que convertía en puntos todo lo que lanzaba se encuentra un trabajo minucioso. Kerr, el arquitecto del sistema, se basó en otro equipo que maravilló al mundo. En este caso, el Barça de fútbol, aquel con el que Pep Guardiola conquistó el histórico e insólito sextete de títulos.

El 'tiki-taka'

En una charla junto a LeBron James y Steve Nash, Curry ha recordado los inicios de la filosofía implementada por el exseleccionador de Estados Unidos y todavía coach de los Warriors. La importancia no residía solamente en la habilidad del baloncestista para lanzar de lejos, sino en crear el espacio para habilitar el mejor tiro posible. Una filosofía de juego influenciada por el tiki-taka de Pep, un modelo de juego revolucionario del fútbol que también precipitó una evolución en la forma de defender hacia adelante y en la presión alta.

"En el campamento de entrenamiento, Steve nos mostró un video… no recuerdo el club, pero era el Barcelona, el del 'tiki-taka'. Y nos dijo que ese sería nuestro modelo: cómo íbamos a crear tiros, cómo íbamos a jugar de forma sencilla, cómo obligar a la defensa a tomar mil decisiones por posesión, hasta encontrar el lanzamiento correcto. Al principio nos costó acostumbrarnos a no cantar las jugadas, sino dejar que el balón dictara dónde debíamos estar. Pero poco a poco, todo encajó".

El Barça, campeón de la Champions de 2009 FCB

Como los Warriors, la constelación de estrellas del Barça predecía los movimientos del resto de compañeros sobre el campo. Todas las piezas giraban al unísono en el engranaje perfecto ensamblado por Guardiola.

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