Ciento veinticinco años dan para mucho. Para celebrar muchos títulos, llorar otras tantas penas y recordar un sinfín de anécdotas. Una poco conocida la protagonizó uno de los futbolistas más importantes de la historia del FC Barcelona: Ladislao Kubala. Antes de triunfar en el club azulgrana, el genial futbolista húngaro salvó la vida gracias... a su hijo.
Kubala, uno de los mejores futbolistas europeos tras la Segunda Guerra Mundial, fue invitado por Valentino Mazzola, capitán del Torino, para jugar con el equipo italiano en el homenaje de Xico Ferreira, futbolista del Benfica.
El Grande Torino
El partido se jugaba en Lisboa y el Torino era, posiblemente, el mejor equipo de Europa. Había ganado cinco ligas consecutivas en Italia y era conocido como el "Grande Torino". Era una máquina de ganar partidos y 10 de los 11 futbolistas de la selección nacional jugaban en el Toro.
Kubala estuvo tentado de viajar a Lisboa, pero finalmente declinó la invitación del Torino por el nacimiento de su hijo.
La niebla
El 4 de mayo de 1949, la expedición del Torino regresó a Turín. Tras hacer escala en Barcelona, técnicos y futbolistas se desplazaron a Italia.
El día no invitaba a viajar. Hacía mal tiempo y había mucha niebla en las inmediaciones de Turín. El piloto no tenía referencias cuando se acercaba a la ciudad italiana. No se veía nada y el avión se estrelló en el monte Superga.
El gran club de Turín
Italia entera lloró la muerte de técnicos, futbolistas. La muerte del Torino, el único equipo realmente GRANDE de Italia. Su mejor etapa se acabó de manera cruel. En Torino aseguran que la Juventus puede ser el gran equipo del país, pero el Toro es el gran club de la ciudad piamontesa.
Kubala salvó la vida antes de hacer historia con el Barça, club con el que ganó cuatro ligas y dos Copas de Ferias, entre otros títulos. Él fue el líder del Barcelona de les Cinc Copes y autor de 280 goles en 345 partidos con la camiseta azulgrana. Su historia, sin embargo, pudo ser muy distinta.