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Este viernes, 29 de noviembre, el FC Barcelona celebra 125 años de vida. Una larga trayectoria en la que han pasado algunas de las mejores leyendas de la historia del fútbol profesional. Hans-Max Gamper, fundador de la entidad azulgrana en 1899, fue una pieza clave al momento de atraer a los primeros cracks para formar parte del equipo culé.

Muchos resuenan en la memoria del barcelonismo, como Ladislao Kubala o Josep Samitier, pero antes de todos ellos apareció un inigualable especialista en deportes que se convirtió en historia del club: George Pattullo. No solo por su espectacular promedio goleador con la camiseta azulgrana, sino también por la curiosa historia que le unió al Barça.

El primer crack

Pattullo, nacido en Escocia el 4 de noviembre de 1888, era el único hijo de George Simpson Pattullo, un comerciante de petróleo, y Agnes Wallace Pattullo. Los negocios familiares en el sector del carbón fueron los que llevaron al escocés a Barcelona en 1910, año en el que logra conocer a Gamper para vivir la experiencia de su vida. 

Imagen de George Pattullo, el primer crack del Barça fichado por Gamper FCB

El fundador del FC Barcelona conoció a Pattullo en un partido amistoso de fútbol entre la colonia británica de Barcelona y el Universitari. En aquel encuentro, George empezó a jugar como portero, pero terminó por marcar cinco goles. Esa maestría en ataque fue lo que motivó a la directiva del club azulgrana en fichar a todo un sportsman.

El mago escocés

Una de las principales características de Pattullo es que era considera como un sportsman. No solo era aficionado al fútbol, sino que también llegó a practicar otras disciplinas como tenis, rugby y hockey. Era una persona que sentía mucha pasión por los deportes, aunque el salto profesional lo hizo con el FC Barcelona a partir de la temporada 1910-11.

La formación del Barça en la temporada 1910-11 FCB

Era tal su talento con el balón que fue un especialista en el remate de volea e incluso fue un punto de inspiración para otros mitos de la entidad barcelonista, como es el caso de Paulino Alcántara. Esa magia en ataque le permitió ser un arma letal para el Barça, debido a que fue capaz de marcar 13 goles en 4 partidos oficiales29 tantos en 14 no oficiales.

Su etapa como culé

La etapa de Pattullo en el FC Barcelona fue tan impactante como corta. Al terminar su primer curso, el que fuera delantero escocés tuvo que regresar a su tierra natal por motivos de negocios. Sin embargo, su amor por los colores azulgranas le motivó a aceptar una invitación de la directiva del Barça para disputar sus últimos partidos con el primer equipo.

George Pattullo, a la izquierda, en un partido con el Barça REDES

El FC Barcelona le pagó todo el recorrido, incluyendo el hotel, pero Pattullo decidió devolver todo el dinero invertido por el club. Toda una muestra de su amor como culé. Su último partido fue el 10 de marzo de 1912 en la Copa de los Pirineos contra el Espanyol, donde provocó un penalti y ayudó a clasificar a la final de un torneo que, a la postre, ganaron los azulgranas. 

Pocos días después de aquel partido el delantero escocés se fue definitivamente. En las dos temporadas que estuvo en el club ganó el Campeonato de Cataluña y la Copa de los Pirineos. Años más tarde, el 17 de abril de 1928, hizo el saque de honor en el campo de Les Corts del partido del Campeonato de España entre Barça y Oviedo.

Sus últimos años

Tras vivir una pequeña experiencia profesional con el Barça, Pattullo combatió en la Primera Guerra Mundial y fue condecorado con la Military Cross. La exposición a los gases tóxicos le provocó un enorme daño en los pulmones, lo que impidió que pudiera jugar otra vez al fútbol. Su último contacto con el balompié fue como entrenador del Baleares Fútbol Club y falleció en Londres en 1953.

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