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Luis Enrique está contra las cuerdas. El técnico asturiano nunca se rinde, pero vive sus días más complicados en el PSG, vigesimosexto clasificado en la Champions tras perder el martes en el campo del Bayern de Múnich (1-0) el día que Ousmane Dembelé fue más problema que solución.

Dembelé, un jugador que siempre va por libre, desequilibrante como pocos, pero muy poco disciplina, fue expulsado en el minuto 56, cuando el PSG ya perdía contra el líder de la Bundesliga.

La final de Lisboa

En un partido de alta tensión, repetición de la final de la Champions de 2020, el Bayern se impuso por el mismo resultado que en Lisboa, gracias a un gol de Kim Min-Jae a los 38 minutos.

La derrota deja al PSG fuera de las plazas de la eliminatoria de repesca de la Champions para acceder a los cuartos de final. Luis Enrique necesita nuevos estímulos. Dembelé, expulsado en Múnich, no lo es.

La expulsión

Dembelé ya había sido amonestado en el minuto 37. En los primeros compases de la segunda parte, el extremo francés arrolló a Alphonso Davies delante de Kovacs y el árbitro lo expulsó inmediatamente.

Luis Enrique, en Múnich EFE

La marcha de Mbappé fue un duro golpe para Luis Enrique y el PSG, dominador en Francia pero con muchas urgencias en Europa. En la Champions, el equipo ha ganado un partido, ha empatado otro y ha perdido tres, con tres goles a favor y seis en contra. Los números son malos y el técnico asturiano tiene un nuevo reto en su exitosa carrera profesional.

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