La montaña rusa de emociones denominada FC Barcelona es una atracción a ciegas. Con los ojos vendados, el culé nunca sabe si subirá hasta las nubes o caerá en picado. Porque las realidades deportivas e institucionales del club ocasionalmente incluso se oponen. En este caso, ni una ni otra atraviesan su mejor etapa. Después de chocarse de bruces contra el discurso optimista que entre Joan Laporta y Xavi Hernández habían difundido, al técnico le ha dado un ataque de realismo.
"El culé debe entender que la situación económica es muy complicada para competir con los otros equipos como el Real Madrid. La situación económica no tiene nada que ver con 25 años atrás. Cuando venía el entrenador decía 'quiero este, este y este'. Ahora esto no es así. No estamos en la situación de otros clubes, con Fair Play muy ventajoso. El barcelonista lo tiene que entender, yo lo entiendo como entrenador. Eso no significa que no queramos competir ni luchar por título, pero esa es la situación en estos momentos. El culé debe entender que necesitamos estabilidad, tiempo, pero intentaremos hacer cosas buenas para competir", advirtió el entrenador catalán en la rueda de prensa previa del Almería-Barça.
El dinero no garantiza el éxito
El dinero no garantiza el éxito, lección que Xavi ya ha sufrido en sus propias carnes. El mismo míster egarense. Ni la inversión más acaudalada de dinero en el mercado de fichajes dará sus frutos si la plantilla no se trabaja concienzudamente. Y si no, que se lo digan al Chelsea de Mauricio Pochettino, sexto en la Premier League tras un despilfarro de 467,8 millones de euros en verano de 2023.
¿Dónde estaba el Barça hace dos décadas? Tras la traición de Luis Figo rumbo al Real Madrid --60 millones-- en el año 2000, Joan Gaspart tomó las riendas de la presidencia y reinvirtió en refuerzos todo el dinero ingresado. 82,4 millones, cifra nada desdeñable para la época, se desembolsaron aquel mismo verano en Marc Overmars, Gerard López, Alfonso y Emmanuel Petit.
Aun así, el año siguiente se superó con un dispendio de 95 millones entre Javier Saviola, Geovanni, Philippe Christanval, Fábio Rochemback, Patrick Andersson, Robert Bonano y Francesco Bonano. Cada incorporación más esperpéntica que la anterior.
Fichajes estelares y decepciones deportivas
El Barça de Gaspart no ganó ningún título entre 2000 y 2003. Y por falta de dinero no será. El mismo expresidente ha respondido al discurso pesimista de Xavi: "Hace 25 años había dinero. Pero lo que fichamos no dio resultado. El dinero tampoco lo es todo. El Barça era riquísimo, pero fue un fracaso. Lo que lo es todo es acertar en los fichajes".
Laporta proveyó a Xavi de fichajes estelares en verano de 2022 tras la venta de patrimonio apodada como palanca. Raphinha, Jules Koundé y Robert Lewandowski costaron 158 millones entre los tres. También firmaron a coste cero Andreas Christensen y Franck Kessié. El equipo azulgrana conquistó la Liga 2022-23 y la Supercopa de España, pero cayó a las primeras de cambio en la Champions League a pesar de los refuerzos astronómicos. Un año después, con algunas bajas de peso como Sergio Busquets, Jordi Alba y Ousmane Dembelé, y costosa llegada de Vitor Roque, el cuadro catalán se ha quedado en un año en blanco.