El Estadi Olímpic Lluis Companys ha presentado la entrada más baja de la temporada con 30.167 espectadores en un Barça-Valencia (4-2) aguado por la lluvia. Si bien las inclemencias meteorológicas han respetado los 90 minutos, han disuadido a un sector culé durante una tarde gris. Por ello, los aficionados barcelonistas en la grada se han manifestado más tibiamente a favor y/o en contra del anuncio de la continuidad de Xavi Hernández.
El FC Barcelona ha disputado el primer encuentro tras despedirse --casi-- definitivamente de la Liga y la marcha atrás del técnico catalán. Sin embargo, cero reproches al míster azulgrana. Más bien, muestras de apoyo de Montjuïc. La hinchada ya ha superado el luto de un año sin títulos y las dolorosas derrotas contra PSG y Real Madrid.
Doble mazazo
Ambiente más bien festivo. Ni el aire ni el frío ni las erradas defensivas de la zaga culé han amargado la fiesta a la grada. Y eso que la primera parte ha dado pocos motivos para las sonrisas. Al contrario, los gritos de "gol" al remate de Fermín López en el minuto han precedido un sonido sepulcral, fruto de los dos tantos visitantes. A pesar de los errores defensivos de Ter Stegen y la zaga, los aficionados han aguardado a nuevos acontecimientos en vez de castigar al equipo.
El segundo estallido de la grada ha tenido lugar en el tiempo de prolongación de la primera mitad, cuando el árbitro Ricardo de Burgos Bengoechea ha expulsado a Giorgi Mamardashvili. El portero georgiano ha abandonado el campo al grito de "tonto" por parte de un sector de la hinchada. El pitido del descanso con el marcador en contra (1-2) tampoco ha borrado la sonrisa a los presentes.
Con goles y sin
Apenas ha tardado unos instantes en la reanudación Robert Lewandowski para devolver la igualdad al luminoso. Lógicamente, con la consecuente explosión en la grada. Conscientes de que el Barça había encasillado al Valencia en el área con superioridad numérica, los hinchas han apretado.
Hacia el minuto 80, incluso se han dedicado a hacer la ola tras media hora de tablas en el resultado. De algún modo, esa alegría en la grada se ha contagiado a los jugadores sobre el campo. En el minuto 82, Lewy ha encontrado el premio a la perseverancia de cabeza. Segundo córner del que el artillero polaco ha sacado petróleo.
La guinda, en el tiempo extra. Los culés más apresurados en salir de la nevera de Montjuïc se han perdido la obra de arte del 9, un golazo de falta. Es el segundo tanto de libre directo desde la marcha de Leo Messi del club catalán.
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