La vida sigue igual en el Barça. Con Xavi Hernández de entrenador, un fútbol muy plano, muchos errores y un Robert Lewandowski reconciliado con el gol. El delantero polaco, con tres tantos, solventó otro partido trampa para los barcelonistas, que buscan consuelo con la segunda plaza de la Liga que le permitirá jugar la próxima Supercopa de España. El Valencia le sacó los colores a la defensa de un Barça que mucho deberá mejorar el próximo curso. Y que el próximo sábado visita al Girona en Montilivi en un duelo con mucho morbo.
Xavi ya no está para inventos. Sabe que el curso terminará con suspenso, pero ya se prepara para un nuevo ejercicio que espera que sea menos convulso. En la visita del Valencia, en una noche de perros, alineó a Ter Stegen; Koundé, Araujo, Pau Cubarsí, Joao Cancelo; Christensen, Gundogan, Fermín; Raphinha, Lamine Yamal y Robert Lewandowski.
Dos ocasiones falladas del Valencia
El Barça tuvo el monopolio del balón. A Rubén Baraja no le importaba lo más mínimo. Al contrario. Quería que su Valencia se resguardara cerca de Mamardsashvili con el objetivo de desesperar al equipo azulgrana. Hugo Duro, en una contra, tuvo una clara opción de marcar con un remate acrobático que evitó Ter Stegen. También soñó Peter Federico con el gol, tras un error de Cubarsí, pero tuvo el punto de mira muy desviado.
Más puntería tuvo el Barça. Y, sobre todo, Fermín, tal vez el futbolista más imprevisible del cuadro azulgrana. El joven centrocampista, un incordio siempre para los rivales, cabeceó un medido centro de Raphinha mediada la primera parte.
El error de Ter Stegen
El gol no calmó ni animó al Barça. Tampoco penalizó a un Valencia que siempre buscó la espalda de los defensas barcelonistas. Y en una jugada sin elaboración alguna, Hugo Duro se plantó solo ante Ter Stegen que quiso adornarse e hizo el ridículo, para suerte valencianista. El empate hacía justicia a los méritos de ambos equipos.
Cubarsí y Ter Stegen fallaron primero. Después también erró Araujo, que arrolló a Peter Federico dentro del área. El penali lo transformó Pepelu para desesperación de Xavi, a quien todavía le esperan cinco partidos con muchos más peligros que alegrías. Sus problemas se aliviaron un poco con la expulsión de Mamardashvili, otro portero muy fiable con los pies que también la pifió al filo del descanso. El peón sacrificado para que entrara Jaume Doménech fue André Almeida.
Los cambios de Xavi
En el descanso, Xavi movió ficha. Pau Cubarsí y Christensen fueron sustituidos por Iñigo Martínez y Sergi Roberto. El Barça salió con una marcha más y Lewandowski cabeceó perfectamente un saque de esquina lanzado por Gundogan. El empate, ahora sí, fue letal para los valencianistas.
El Barça buscó el gol con perseverancia y un punto de ansiedad. El Valencia, en cambio, movía sus fichas como si de una partida de ajedrez se tratara, con Jaume Doménez acertado ante Araujo. Cerraba muy bien el conjunto de Baraja, pero los barcelonistas encontraron la solución a todos sus males en otra jugada de estrategia. En otro saque de esquina lanzado por Gundogan que, una vez más, rubricó Lewandowski, un futbolista clave para el equipo azulgrana. En el tiempo de prolongación, el futbolista colaco sentenció el duelo y acercó al Barça a la Supercopa de España.