Leo Messi ha hecho la declaración pública de intenciones más voluntariosa desde que se marchó del FC Barcelona en agosto de 2021. El astro argentino ha recogido su octavo Balón de Oro y ha abierto de par en par las puertas a su regreso al Barça en un futuro. El mejor jugador en la historia del club también ha manifestado sus intenciones de participar en una despedida cuando el nuevo Camp Nou lo permita. La pelota está de ahora en adelante en el tejado de Joan Laporta.
"A día de hoy ser entrenador no es una opción. Volver a Barcelona sí que es una opción, es el lugar en el que viviré. El Barça siempre me ayudó y yo a ellos, me gustaría colaborar de alguna manera. Ahora no miro más allá, soy jugador de fútbol y quiero seguir jugando", ha explicado el jugador del Inter Miami ante los medios en la rueda de prensa posterior a la ceremonia de premios. La posibilidad de incorporarse a la estructura deportiva del club cobra fuerza tras este ofrecimiento.
Antes de ese reencuentro definitivo que implicará un vínculo contractual, Messi quiere despedirse de los culés en un acto festivo que el presidente Joan Laporta ya había catalogado como "superhomenaje": "Creo que con todo lo que el club me dio y yo le di, no está bueno no tener una despedida. Por eso espero que algún día llegue. Barcelona es mi casa, amo el club y a su gente. No sé si en el nuevo Camp Nou, o en cualquier otro sitio, pero amo a su gente y se debería dar''.
Lluvia de elogios
Pocos días ha rebosado Leo tanto alivio y felicidad, habida cuenta de haberse fraguado una carrera deportiva perfecta. Por ello, el delantero de 36 años ha mostrado toda su gratitud al club que lo vio crecer. Messi ha prodigado todos los elogios posibles al conjunto azulgrana.
"Estar en el mejor equipo del mundo te da opciones de ganar todo. Y todavía más si estás en el mejor equipo de la historia como estuve yo. Es el mejor equipo del mundo porque es diferente a todo. El hecho de estar tantos años ahí es lo que me permitió ganar tantos premios'', ha aseverado la pulga.
Separación traumática
Desde la promesa de Laporta en su campaña electoral para los comicios presidenciales de la entidad en 2021, todo fue cuesta abajo para Messi. No hubo renovación esperada, a pesar de que tanto club como jugador habían puesto todo de su parte. Por normativa, Leo no podía rebajarse más del 50% de su salario, y ni aun así el FC Barcelona pudo asumir un nuevo contrato.
De ahí, una rueda de prensa traumática y desoladora de despedida, en la que el crack argentino soltó sus lágrimas más sinceras de impotencia. En 2023, el horno ya no estaba para bollos. El futbolista y su padre, Jorge Messi, rechazaron el ofrecimiento del máximo mandatario azulgrana tras terminar su vínculo con el PSG. Leo quería tranquilidad y optó por el retiro dorado, lejos de la presión asfixiante de Barcelona.
Por ínfima que parezca, la posibilidad de una cesión en invierno con un sueldo simbólico no suena tan descabellada. El cuadro de la capital catalana todavía desconoce si podrá fichar a Vitor Roque en enero y el atacante argentino ya no competirá hasta febrero o marzo de 2024. Otras viejas glorias como David Beckham en 2014 o Zlatan Ibrahimovic en 2020 abandonaron la vida en la MLS para enrolarse en un último baile en Europa.