El PSG es el gran club de París y de Francia. También, de Qatar. Es un nuevo rico del fútbol mundial gracias al dinero del gobierno catarí, que le permite retener a Mbappé y fichar a los futbolistas que desea. Y, para cumplir con el Fair Play acaba de vender a Julian Draxler. El comprador, curiosamente, es el Al Ahli, otro club del golfo Pérsico. Concretamente, de Arabia Saudí.
Diallo se comprometió con el Al Arabi, que pagó 15 millones al PSG, que también ingresó 50 millones por Verratti del mismo club. El Al Hilal también pagó 90 millones de euros por Neymar y el Al-Ettifaq abonó 10 millones por Wijnaldum.
El PSG, mientras, ha podido fichar a Kolo Muani (95 milones), Ugarte (60), Dembelé (50,4), Sriniar (libre) y Gonçalo Ramos (cedido), futbolistas bendecidos por Luis Enrique.
Menos estrellas
Los "malabares" del PSG para poder fichar y desprenderse de los futbolistas declarados transferibles contrastan con los problemas del Barça y la rigurosa aplicación del Fair Play que hace la Liga.
Los clubes españoles tienen muchas más restricciones que los de las otras grandes Ligas como la Premier, la Ligue1 y la Serie A. Año tras año se empobrece. De tener a Messi y Cristiano Ronaldo ha pasado a ser una competición con menos estrellas porque no puede competir con el dinero que reciben otros clubes de algunos estados como el mismo PSG y el Manchester City. De ahí la alianza entre los dos grandes clubes españoles por montar la Superliga, una competición al margen de la UEFA.
Real Madrid y Barça
Este verano, el Real Madrid ha hecho un fichaje estelar. El de Jude Bellingham, por quien ha pagado 100 millones de euros fijos y otros 30 en variables. El Barça, en cambio, solo ha gastado 3,4 millones por Oriol Romeu.