El Paris Saint-Germain ya tiene a su candidato final para el banquillo. Tras un enorme baile de nombres, la entidad parisina habría elegido a un entrenador bastante conocido y que ha estado libre desde hace varios meses: Luis Enrique. El asturiano estaría cerca de firmar un acuerdo para dirigir al equipo de la capital francesa, que busca dar un golpe sobre la mesa en la lucha por la UEFA Champions League.
Luis Enrique, a un paso del PSG
De acuerdo con la información proporcionada por L'Equipe, el acuerdo para el fichaje de Luis Enrique es básicamente inminente. Solo faltan unos pequeños flecos para materializar el pacto y desbloquear definitivamente la operación. La citada fuente explica que no van a hacer oficial la incorporación hasta que el PSG pueda oficializar la salida de Christophe Galtier, al que tendrán que pagarle un finiquito de seis millones de euros.
El entrenador español ya había sonado para dirigir al PSG hace varias semanas, pero perdió algo de fuerza ante el interés de la dirigencia en Julian Nagelsmann. Sin embargo, la operación se enfrió por completo. A partir de allí volvió a sonar su nombre, junto a otros candidatos como Sergio Conceiçao o Mikel Artera. Finalmente Luis Enrique es el que ha ganado la carrera, por lo que afrontará una nueva etapa en su carrera tras el trago amargo del Mundial de Qatar.
Un vestuario complicado
Luis Enrique llega con la personalidad y la experiencia de haber dirigido a varios de los mejores futbolistas del mundo. Su paso por el FC Barcelona fue tremendamente exitoso, a pesar de un último año en el que no pudo aguantar el ritmo del Real Madrid. Ese ciclo en el club azulgrana es valorado por el PSG, debido a que tendrá que lidiar con un vestuario realmente complicado. A lo largo de la 2022-23, el elenco parisino tuvo un montón de problemas que dificultaron a la competitividad en la Champions League.
Por ahora, el asturiano dirigirá a Kylian Mbappé y se reencontrará con Neymar, aunque la entidad francesa está escuchando ofertas por el brasileño. La intención del PSG es reforzarse en el mercado de verano con nuevas estrellas para dar un salto de calidad al equipo y así pelear por la competición continental. Un reto realmente complicado para Luis Enrique, teniendo en cuenta que ningún director técnico ha sido capaz de lograr ese anhelado objetivo.