Varias de las 15 disidentes recogen cable: quieren jugar el Mundial femenino

Hay momentos en que hay que tomar la decisión menos mala. Aquella que, aunque signifique ir en contra de unos principios concretos, impida perderse algo sumamente especial. En el caso de las 15 jugadoras que rechazaron temporalmente a la selección española, algunas de ellas se plantean ahora dar marcha atrás. O, por lo menos, pedir una tregua para ser convocadas por Jorge Vilda para el Mundial femenino, que se disputará este verano en Australia y Nueva Zelanda.

La cita más importante de sus carreras

No quieren perderse la que podría ser la cita más importante de sus respectivas carreras deportivas. Y puede parecer lógico y respetable, igual que la decisión de quienes no quieran recoger cable. Porque ese es el status quo actual: no hay homogeneidad y, mientras algunas se plantean recular, otras están dispuestas incluso a perderse el Mundial y no ceder ni un milímetro. Entre ellas ya han hablado: respetarán lo que decida cada una, individualmente, al tratarse de una elección cuanto menos complicada.

En los últimos días, algunas de las mal llamadas rebeldes han mantenido negociaciones en las altas esferas del fútbol femenino, con el presidente de la Federación --Luis Rubiales-- y su gabinete, además de la secretaría general. La condición es que, quienes deseen vestir de nuevo la camiseta de la Roja, tendrán que enviar un correo electrónico para declararse de nuevo seleccionables. “Ellas mandaron uno diciendo que no podían ir, por lo que ahora deberían hacer lo mismo para volver. Entendemos que es el camino a seguir”, señalan fuentes de la RFEF, en una información adelantada por El País y la SER.

Critican una falta de profesionalidad

Ya son nada menos que nueve meses de crispación, sin que la polémica se haya resuelto entre las partes implicadas. Cabe recordar que, después de la pasada Eurocopa, 15 jugadoras explotaron ante lo que consideraban una notable falta de profesionalidad en la selección española, aunque de entrada no aportaron demasiados detalles. En su documental, Alexia Putellas --Labor Omnia Vincit-- desveló alguna pequeña razón. “No puede ser que valga ir en cualquier condición a jugar la Eurocopa. Queremos ganarla, no jugarla”, dijo, explicando que ante Inglaterra viajaron en autobús, mientras que las rivales lo hacían en avión.

Alexia Putellas, con la selección española / EFE

Son pequeños detalles, aunque el principal meollo que molesta a las 15 demandantes es que los entrenamientos, según ellas, no eran lo suficientemente intensos ni profesionales. Que las claves tácticas eran demasiado simples, y que hacían falta muy pocos méritos para acudir a la selección. Hasta que no se solucionase una situación generalizada de "falta de profesionalidad", en comparación con el crecimiento en la metodología de trabajo de los equipos rivales, decidieron apartarse.

La RFEF no respondió con agua, sino con más fuego. Rubiales y los altos cargos de la Federación se cerraron en banda y apoyaron al seleccionador, Jorge Vilda. Desde entonces, el actual técnico de la Roja no ha convocado a ninguna de las 15 afectadas, entre las cuales hay varias jugadoras del FC Barcelona: Patri Guijarro, Mapi León, Sandra Paños, Lola Gallardo, Moraza, Aitana Bonmatí, Leila Ouahabi, Lucía García, Ona Batlle, Laia Alexandri, Claudia Pina, Andrea Pereira, Mariona Caldentey, Nerea Eizaguirre y Amaiur Sarriegi.

El apoyo de Carlota Planas

Cinco de las futbolistas disidentes --Patri Guijarro, Claudia Pina, Leila Ouahabi, Lola Gallardo y Mariona Caldentey-- son representadas por UNIK Sports Management, la agencia de Carlota Planas. Culemanía pudo entrevistar a la exitosa representante en los últimos días, y aunque no quiso mojarse, sí dejó clara su voluntad de que se pueda llegar a un acuerdo entre las partes. "Es un tema que está por resolver y es delicado. Pero espero que las escuchen. Porque al final son las protagonistas, las que están haciendo que todo esto esté cambiando, y por lo menos merecen ser escuchadas y respetadas", remarcó Carlota, siempre del lado de sus jugadoras.

Carlota Planas, junto a Joan Laporta y otros miembros de la directiva tras firmar la renovación de Claudia Pina / REDES

"Desde el día uno hemos tomado la decisión de apoyarlas, porque además yo personalmente las entiendo. Lo que te puedo decir es que me da mucha pena la situación. Creo que es algo que no viene bien a nadie. Espero que se pueda solucionar, pero lo más importante para mí es que ellas estén bien y que no les afecte. Es una situación demasiado dura para ellas", remarcó al respecto.

Entre la espada y la pared

A lo largo de los próximos días, habrá que ver qué sucede con el futuro de cada una de las jugadoras implicadas. Si reculan y acceden, o no, a ser convocadas. Ocurre que no todas las jugadoras están en sintonía. Mapi León, central del FC Barcelona, ya dejó claro que defendería sus principios por encima de todo. “Hay unas cosas que tienen que cambiar y si no se cambian, no se irá. Sí, quiero ir al Mundial. Me va a joder mucho perdérmelo, pero tengo unos valores y unas creencias”, reflexionó. Otras, sin embargo, se plantean flexibilizar su postura ante la llegada del Mundial. Como ya se ha dicho, cualquier decisión será respetable. Pero las 15 jugadoras implicadas, se mire como se mire, están entre la espada y la pared.