Kiko Matamoros cumple 64 años rodeado de sus hijos pero con una gran ausencia
El colaborador de Telecinco ha celebrado su aniversario en compañía de su novia, además de con cuatro de sus cinco hijos
29 diciembre, 2020 17:24El colaborador de Sálvame ha cumplido 64 inviernos. El pasado sábado, en pleno Deluxe, Kiko Matamoros era felicitado por sus compañeros de programa con un emotivo vídeo. Y es que está ha sido una celebración muy especial para el indiscutible de Telecinco. En esta ocasión, Kiko ha celebrado su aniversario rodeado de quienes más le quieren: sus hijos y su jovencísima novia.
Anita Matamoros: la gran ausente
Sin embargo no todo fue color de rosa en tan señalada fecha. Matamoros tuvo que lidiar con una gran ausencia en la mesa. Su hija más pequeña, Anita Matamoros daba plantón a su padre y decidía no acudir al encuentro familiar. Aunque, eso sí, la joven no dudó en felicitar a su progenitor a través de la prensa.
Por otro lado, quienes no faltaron a la reunión fueron su hija Laura y su novio Benji, Diego Matamoros y su novia Carla Barber y las menos mediáticas, Irene y Lucía Matamoros. No mentimos al afirmar que, finalmente, las aguas han vuelto a su cauce entre buena parte de los Matamoros, tras numerosos y duros desencuentros televisivos entre Diego y Laura con su padre.
Kiko comparte mesa con cuatro de sus cinco hijos
Un hecho por el que el mismo colaborador ha confesado que ahora se siente como “el patriarca de un clan”. Con todo, Kiko no ha podido dejar de emocionarse cuando ha sido preguntado por el distanciamiento con su hija pequeña. “Yo a mi hija la sigo queriendo, evidentemente” ha asegurado. Y es que desde que Kiko empezó a salir con la modelo Marta López, la relación con Anita ha ido de mal en peor.
Sea como fuere, Matamoros ha celebrado su cumpleaños de la mejor manera posible después de haber superado un complicado bache de salud que le llevó a permanecer hospitalizado durante varios días a principios de verano. Quién sabe si antes de que cumpla 65 se atreverá a pasar por el altar con la maniquí. Visto lo visto, no sería nada descabellado.