El lavado de imagen de Antonio David y Marta Riesco: reparten comida entre los más necesitados

Marta Riesco y Antonio David Flores han salido reforzados de su última crisis. Tras desaparecer del foco mediático, la pareja vive volcada ahora en ayudar a los demás. La revista Diez Minutos ofrece este miércoles en exclusivas unas imágenes donde se puede ver a los tortolitos ayudar a los más necesitados.

La reportera más madrugadora de Mediaset y el ex guardia civil han cogido el coche para ir al supermercado, cargar el maletero de comida y poner rumbo a un comedor social.  Al parecer, los tortolitos colaboran a menudo con la fundación Raíz, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a las personas sin hogar.

Alejados de la polémica

Tras este gesto solidario, Antonio David y Marta dieron un paseo por el centro de la capital. A 48 horas de que se estrene la nueva entrega de la serie documental que protagoniza Rocío Carrasco, la periodista de AR continúa alejada de las cámaras y se limita a sus labores de producción, mientras que el padre de Rocío Flores sigue adelante con su aventura como youtuber.

La última aparición del malagueño tuvo lugar el pasado lunes en el funeral del periodista Jesús Mariñas, una ceremonia en la que además se encontró con algunos de sus excompañeros de Sálvame a quienes les lanzó varios dardos envenenados. Antonio David está ojo avizor por todo lo que pueda salir de él de esta nueva secuela del formato de La fábrica de la tele, mercantil a la que ganó una demanda por despido improcedente.

Antonio David, ojo avizor

Y es que está previsto que, tras la primera parte dedicada a su anterior matrimonio, Rociito dé detalles de su distanciamiento con su familia política, los Mohedano-Cano. Pero Antoniodá piensa verlo, aunque lo deja en el aire: "Lo contaré en mi canal de YouTube".

A todo ello, todavía está "esperando noticias del Tribunal Supremo" después de que la productora de Sálvame interpusiera un recurso contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. El dictamen declaraba nulo el despido del otrora colaborador y condenaba a La fábrica de la tele a indemnizarle con 182.361 euros.